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Pese a que todo estaba dispuesto para la aprobación de la normativa, considerando que se completaban los 23 votos necesarios, finalmente el tratamiento de la ley sobre el tabaco fue postergado, sin siquiera establecerse el periodo de este nuevo “stand by”. La senadora Desirée Masi, del Partido Democrático Progresista (PDP), fue quien planteó no tratar el tema en la fecha, lo que fue acompañado por el pleno, reportó el periodista de ABC Alejandro Acosta.
La mayoría del plenario dio el visto bueno al pedido de Masi. Cuando el senador Luis Alberto Castiglioni preguntó por cuánto tiempo era la postergación, le dijeron que no tenía fecha (sine die).
Masi se reunió minutos antes de la sesión con el ministro de Hacienda, Santiago Peña, por lo que el pedido pudo haber tenido su origen allí.
El texto planteaba elevar de 13% al 20% el impuesto al tabaco. En este punto había cierta disparidad de posturas, ya que por una parte se pedía establecer “hasta el 20%” el tributo al sector, mientras otros legisladores pretendían fijarlo directamente en este porcentaje. El impuesto se aplicaría sobre todo tipo de cigarrillos: perfumados o elaborados con tabaco rubio, negro, egipcio o turco, virginia, picado o en otra forma, excepto el tabaco en hojas, según el documento planteado.
Otro punto, en que aparentemente había más consenso, se refería a la prohibición de la publicidad sobre el consumo del tabaco. La idea era restringirla únicamente a los puntos de venta y prohibirla en los medios de comunicación (TV, radio e internet), cartelería callejera, vallas publicitarias, publicidad móvil u otra forma de difusión masiva. Igualmente, se apuntaba a prohibir fumar en sitios como centros educativos -tanto públicos como privados- así como locales deportivos, servicios de salud, centros culturales, entre otros de ocio o esparcimiento. La medida refería que no se podrá fumar en un radio de 100 metros de distancia de estos sitios.