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Santos Cardozo comenzó su relato contando que vivía en una habitación en la planta baja de la casa donde se produjo el doble homicidio. “Hace como 7 años vivo allí. En un momento determinado me fui porque ellos tuvieron un problemita y el señor vino a vivir en donde yo estoy. Entonces me fui a otra parte. Después, él tuvo otra vez entrada (en la casa de su señora) y me mandó llamar y vine otra vez a vivir con ellos”, inició.
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“Estaba dormitando, mirando tele. Escuché un tiro y, como acá enfrente hay un taller, pensé que era uno de esos malandritos de abajo, pero no era así. Después escuché otros tiros... ‘bang, bang, bang’. Escuché un ruido muy fuerte. Gritó la chica (Mónica Raquel Santacruz). Entonces yo salí, sin camisa. Salí y estaban en el balcón arriba. Allí me dijo: ‘Francisco, entrá y llamá a la Policía que nos están entrando’. Agarré mis documentos, mi llave y mi camisa y corrí hacia el taller. Me resguardé hacia el taller. Allí ya me di cuenta que era su papá. Socorro pedía la chica, y la señora también”.
Santos Cardozo contó que no tenía un teléfono para llamar a la Policía.
“De repente salió el señor hacia el balcón (...) La chica estaba en la esquina (del balcón) y le vi pidiéndome socorro y yo no sabía qué hacer, no sabía qué hacer, no tenía un peso para irme, agarrar un taxi. Vino un tipo y le atajé, le dije: ‘Por favor, llamale a la Policía, amigo, acá hay un problemita, le dije’. Pero corrió el tipo, se fue hacia la ruta. De ahí nomás el señor salió y le tiró a la chica. Muchísimos disparos hubo. La señora corrió delante de ella. Como no tenía salida, allí ya le liquidaron. Me escondí detrás de unos camiones. Le llamé desde un teléfono ajeno a mi hermana y vino a buscarme. Nos fuimos a la comisaría para asentar que yo soy inquilino de allí. Después no hubo más nada y dije: ‘Aquí hay una matanza o le están teniendo de rehén’, pero allí vimos la mano de la chica (que ya había muerto) (...) Escuché muchísimos disparos. Dije: ‘seguro este viene preparado’”.
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El asesino era Emiliano Santacruz Lezcano, de 69 años, quien mató su esposa María Inés Vallejos Frágueda, de 65, en el día de su cumpleaños, y a su hija Mónica Raquel Santacruz Vallejos, de 31 años.
Santacruz tuvo que marcharse de la casa en setiembre de 2016, luego de que se dictara en su contra una orden de alejamiento de su familia, debido a denuncias por violencia doméstica.
Sin embargo, el contratista seguía amenazando a su esposa e hija, quienes, a raíz del temor por un eventual ataque, colocaron rejas más altas, tendido eléctrico y hasta sistema de circuito cerrado.
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El hecho se registró en una vivienda situada en la calle Lope de Vega casi Madres Paraguayas, a una cuadra de la avenida Pastora Céspedes y a seis de la ruta Mariscal Estigarribia, en el barrio Capellanía de San Lorenzo, jurisdicción de la comisaría 15ª Central de Barcequillo.
El feminicidio de María Inés y Mónica Raquel eleva a 5 el número de víctimas de este tipo de crimen en lo que va del año en nuestro país. Las anteriores víctimas fueron Teodocia Esquivel (43), el 4 de enero; Blanca Rosa Leiva (40), el 5 de enero, y una niña indígena de 11 años, el 11 de enero.