Senador desmiente sobornos

El senador Rogelio Benítez rechazó la denuncia del presidente venezolano sobre supuestos sobornos y acusó al canciller Maduro de “hacer goriladas” en Asunción. “No le di una trompada para que no se victimice”, señaló.

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El legislador colorado se refirió a las declaraciones que realizó en la víspera el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien aseguró que “un grupo de senadores” intentó sobornarlo.

“Es difícil ser serio ante este tipo de manifestaciones delirantes del sicópata Hugo Chávez”, manifestó a la 780 AM al rechazar la acusación.

Aseguró que si el mandatario caribeño tuviera pruebas “ya las estaría gritando a los cuatro vientos y las hubiera esparcido por toda América”.

Señaló que Chávez sólo busca intimidar. “Se olvida que su tributario transitorio, que lo miraba de rodillas, hoy ya no es Presidente”, manifestó al referirse a Fernando Lugo.

Al ser abordado sobre la mala imagen del Congreso paraguayo, insistió en que el mandatario venezolano igualmente debe presentar pruebas.

“Por lo menos que diga dónde, quién, cuándo. Una mínima referencia que pueda contribuir a construir una hipótesis”, reafirmó.

Consideró que era esperado el ataque de Chávez, considerando que se confirmó la reunión que mantuvo el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, con jefes militares de Paraguay.

Benítez defendió la sanción que aplicó el Congreso contra Maduro por intromisión en los asuntos internos del país.

“Lo que hizo el canciller riñe con la libre determinación, independencia y la no intromisión en asuntos internos”, ratificó.

Señaló que el diplomático incluso amenazó a los legisladores a fin de intentar disuadirlos del juicio político a Lugo.

“A mí me dijo Maduro, al terminar la reunión en el Senado, 'aténganse a las consecuencias'. Él y el tarado de Timerman (canciller argentino)”, denunció.

Aseguró no tenerle respeto alguno al canciller venezolano. “No le di una trompada para que no se victimice y se vaya, pero se merecía que se lo saque del jopo al atorrante este”, refirió.

Defendió la potestad del Congreso paraguayo para disponer medidas como el juicio político por el cual Fernando Lugo fue destituido de la Presidencia.

“Hicimos lo que teníamos que hacer. Cumplimos con nuestro deber”, reafirmó al señalar que todo se ajustó a lo previsto en la Constitución.

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