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Luego de un debate de más de una hora, los senadores colorados (cartistas y maristas), los liberales llanistas y la bancada de Avanza País (Adolfo Ferreiro y Miguel López Perito) lograron los 23 votos para conseguir la aprobación en general del proyecto de ley que reglamenta el “autoblindaje” de los legisladores y pone grandes trabas para que ellos pierdan su investidura, tras la remoción de Óscar González Daher por tráfico de influencias en enero pasado.
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Hubo 19 votos por el rechazo, pero la cifra no alcanzaba para detener la impunidad de los senadores que apoyaron la medida. Personajes como Víctor Bogado, imputado por corrupción, y Gustavo “Pipo” Alfonso votaron a favor del “autoblindaje”. De parte de los liberales, fueron senadores como Zulma Gómez, Fernando Silva Facetti y Ramón Gómez Verlangieri.
Después se aprobaron todos los puntos en particular, haciendo que de ahora en más se requieran 30 de los 45 votos del Senado para que un legislador pueda perder la investidura por algún hecho de corrupción. Además, se plantea una condena judicial para poder hacerlo. Sabido es que esto, en el caso de los políticos, lleva años.
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La senadora Desirée Masi, una de las más férreas opositoras al proyecto, pidió a sus colegas que habían votado en contra que se retiraran de la sala cuando el proyecto se aprobó. Así se hizo, pero Óscar “Cachito” Salomón –quien presidió la sesión– continuó de manera impune el tratamiento de los casos en particular.
Se vio una bancada de Colorado Añetete rota y resquebrajada. Por ejemplo, el senador Eduardo Petta se opuso ferozmente al proyecto, pese a que dijo que la suerte estaba echada. Sin embargo, Enrique Bacchetta votó a favor.
El proyecto pasa ahora al Ejecutivo. Será Horacio Cartes quien decida si da o no impunidad a los legisladores en una situación en la que él mismo, de ser elegido senador, podría verse beneficiado.