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La Senad fue una de las instituciones que recibieron copia del video del circuito cerrado del Palacio de Justicia en que se observa cómo uno de los procesados junto con Tomás Rojas Cañete “alias Tomas’i” entrega dinero a funcionarios judiciales poco antes de ingresar a la sala de juicios.
Si la Senad fue notificada de la situación es porque en el lugar se encontraban presentes agentes de esta institución al momento en el que ocurrió la entrega del supuesto soborno a los funcionarios judiciales. “Agentes de la Senad acostumbran acompañar en este tipo de caso, como apoyo de seguridad”, explicó Luis Rojas, titular de esta secretaría.
En contacto con la 780 AM, Rojas reconoció que se enteró de la situación por los medios de prensa que lo llamaron ya la noche del jueves, poco después de que saliera a la luz lo que había ocurrido. “Voy a investigar el grado de participación que pudieran tener los agentes que acompañaron a Toma’i”, aseguró. Rojas señaló que, según lo que pudo observar en el video, el procesado Ángel Tranquilino Giménez habría dejado dinero y dijo que estando en el lugar habría sido muy difícil observar lo que pasó.
El ministro de la Senad dijo que no le extrañaría que agentes estuvieran involucrados en lo ocurrido y recordó que, de hecho, Tomás Rojas Cañete “Toma’i” era sponsor de algunos agentes que lo llegaban a tratar de “patrón”. Además, a través de estos agentes intentó reclutar a otros para conseguir información que pudieran servir para afectar a la imagen del titular de la secretaría.
Una vez más, reconoció que la filtración de información sensible referente a los operativos es una constante en la institución, aunque aseguró que se consiguió avanzar mucho en la identificación de los posibles responsables de las mismas. “De 260 agentes de la Senad, unos 46 cuentan con algún tipo de sospecha de vínculos con redes criminales”, puntualizó. En ese sentido, reconoció que el nivel salarial de los funcionarios podría ser uno de los problemas que derivan en esta situación, aunque afirmó que esto no justifica la corrupción y recordó que ser agente especial es más que nada “un apostolado”.
En otro momento, Rojas se refirió a las manifestaciones realizadas por pobladores de General Resquín en contra de los operativos de destrucción de cultivos de marihuana y señaló que situaciones como esas son en realidad habituales, pero que muchas veces no salen a la luz de los medios.
“El campesino que cultiva marihuana es un asalariado. El crimen organizado es el administrador. Para el campesino es mucho más fácil plantar una hectárea de marihuana que plantar mandioca”, puntualizó. Reconoció que un tiempo la marihuana era un cultivo de subsistencia en algunas zonas, pero que actualmente es en realidad un cultivo de renta y negó que se ataquen solo las plantaciones de pequeños productores. “Mientras el cultivo sea ilegal, vamos a combatir a los productores de marihuana”, aseveró.
“El narcotráfico es un negocio y busca ganar plata. Es mejor atacar los centros financieros”, apuntó, para luego agregar que está abierto a un debate sobre la legalización de la marihuana, aunque dijo no estar a favor de la misma pues considera que es apenas una solución para una pequeña parte del mundo. “No es así de fácil, hay que debatir”, sentenció.