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Uno de los allanamientos llevados a cabo en el marco de la investigación de la muerte del corresponsal Pablo Medina y su asistente Antonia Almada fue en la sede municipal del distrito de Ypehú, en Canindeyú, luego de la intervención en el domicilio del intendente Vilmar “Neneco” Acosta, quien ahora es el principal sospechoso del crimen.
Según trascendió, durante el procedimiento se encontraron dos vehículos presuntamente robados. Se trata de una camioneta Mitsubishi L-200, color blanco, con chapa brasileña y de una furgoneta Iveco con un paquete que contiene semillas de marihuana, y con evidencias de que en ellas se transportaba la droga. Estas semillas, según presumen los intervinientes, serían de uso personal del jefe comunal. Junto al cannabis había restos de cera de cigarrillo, generalmente utilizada para la preparación de la droga para su consumo.
Los intervinientes actualmente se encuentran cotejando la procedencia de los vehículos, tanto con personal de Registro del Automotor de nuestro país como de Brasil.
Además se hallaron balas de armas de guerra, pasamontañas y otras evidencias presuntamente relacionadas al violento asesinato del trabajador de prensa, ocurrido el pasado jueves en horas de la siesta.
Las diligencias continuaron luego en la vivienda de la hermana de "Neneco", Francisca Acosta, quien se desempeñaría como tesorera de la municipalidad. En el lugar no se pudo encontrar ningún elemento llamativo.
La serie de allanamientos arrancó ya en horas de la madrugada en la casa y dos estancias de la familia de Vilmar "Neneco" Acosta.. Durante el allanamiento realizado a las 06:00 en la vivienda del intendente, los agentes se incautaron de unas 30 balas de arma de guerra, un pasamontañas, un chaleco antibalas y otras evidencias que podrían vincularse al crimen.
Los agentes buscaban al intendente de Ypehú, pero el mismo todavía se halla prófugo.