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Álcido Fick, padre de Arlan, en una conferencia de prensa le reclamó públicamente al Gobierno su inacción y también a Osvaldo Villalba el no haber cumplido con su palabra. El padre del menor dijo que la noche en que se llevaron a Arlan, los criminales le pidieron que pagase US$ 50.000 en víveres para comunidades humildes de la zona y US$ 500.000 en efectivo para recuperar sano y salvo su hijo.
Las exigencias del EPP fueron cubiertas en tiempo y forma, pero los secuestradores nunca devolvieron a la víctima. Peor aún, cortaron comunicación con los Fick y nunca más se hicieron sentir. Pasaron los días, las semanas y los meses, pero la familia Fick no pierde las esperanzas de volver a reencontrarse con el menor. Sin embargo, al no haber prueba de vida ni tampoco rastros de los miembros del EPP, solo resta esperar un rescate y un final feliz.
En estos seis meses, muchos episodios se fueron sucediendo, tales como rumores falsos de liberación del joven; también se dijo que se encontró el cadáver de Arlan en dos oportunidades; todo esto en medio de una guerra sucia encabezada por el grupo criminal. Tampoco faltaron las promesas del Gobierno de encarar el caso del secuestro como "prioridad", pero poco se hizo para llegar a liberar a Arlan Fick.
Cadenas de oraciones, manifestaciones a favor de la liberación de la víctima se realizaron y se siguen haciendo en todo el país. Hasta la propia madre de Osvaldo Villalba le pidió a su hijo misericordia y que devuelvan sano y salvo al menor secuestrado. Sin embargo, desde el bando de los criminales no se acusa recibo de ninguno de los requerimientos.
Arlan es la víctima más joven de secuestro del EPP y la que más tiempo estuvo en cautiverio de los cinco secuestros que perpetró hasta el momento el grupo delincuencial. De todos los hechos de secuestro, el de Cecilia Cubas, en 2004, fue el único que tuvo el peor final. Las demás víctimas fueron liberadas tras el cobro de millonarios rescates.