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Joaquín Roa manifestó que, en una reunión previa con autoridades de la Municipalidad de Asunción, se llegó a un acuerdo para asistir a las familias que están instaladas en las plazas, pero que no se les pedirá que abandonen el espacio público.
Desde ayer, varias familias comenzaron a instalar sus chozas en la plaza histórica, destruyendo el piso, los canteros y las plantas.
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"Vamos a coordinar la mejor manera de asistirlos en este lugar. Eso ha decidido la Municipalidad y nosotros vamos a acatar. Vamos a ver cuántas familias son, para entregar luego la asistencia", dijo el ministro de Emergencia Nacional.
Agregó que saben que la plaza es un sitio histórico, pero la decisión es que permanezcan en el sitio, por cuestiones humanitarias, porque no se tiene albergues disponibles.
"No podemos decirles que salgan; es un tema humanitario. Tenemos que identificar aún algunos sitios que pueden servir de albergues y después trasladarlos", puntualizó Roa.
Por su parte, Marcel Mancuello, jefe del Gabinete Municipal, dijo se va a buscar identificar algunos lugares que pueden ser utilizados de albergue, pero para llevar a las familias que siguen en el agua.
"Si procedemos a un desalojo ahora, se va a volver incontrolable la situación. Sabemos que es un sitio histórico, pero nuestra prioridad ahora es la evacuación de las familias de la zonas ribereñas y luego se va a evaluar un eventual desalojo y traslado de las familias", dijo Mancuello.
De esta manera, dejarán que los damnificados sigan cavando e instalando sus casas en el espacio público hasta que se vea adónde llevarlos después. Con esto se demuestra que no existe un plan de emergencia para este tipo de situaciones. Todo se realiza de manera improvisada y sin coordinación.