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En medio de su relato ante el tribunal de sentencia, Dalia Scappini recordó tal vez uno de los momentos más fuertes que le tocaron vivir durante su cautiverio, cuando uno de sus secuestradores se metió a su cama y la manoseó.
“Yo me acosté del lado de la pared; en eso se acuesta a mi lado un hombre, me agarra de la cintura, me abraza, me acaricia los brazos, el hombro, las piernas, me pone la mano en la cintura; yo estaba nerviosa, lloraba, pero con mis codos le bajo las manos, le pido que por favor... que no haga más eso”, relató con la voz ronca y a punto de llorar.
Benito Luis León sería la persona que trató de abusar de Dalia, según la fiscalía. El secuestrador se había enamorado de la víctima. Eso fue lo que confesó aparentemente el secuestrador cuando fue detenido.
“Antes de salir de la cama, me dijo si podía venir a la noche a darme un beso. Yo le dije que no haga eso, yo estaba en una situación (...) 'Por favor, dejame en paz', le dije”, manifestó Dalia al recordar lo que había dicho a Benito. La mujer relató que estaba destruida, presa de los nervios y sufriendo una alergia que la hacía estornudar todo el tiempo.
Incluso cuando llevaron a Dalia hasta Capiatá, para liberarla, Benito, trató de besarla. Luego después a través de publicaciones pudo identificar que Carlos, era realmente Benito León.