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La sesión del Senado se levantó ayer cuando se debía tratar el ascenso del comandante de la Policía, Bartolomé Baez. El motivo fue que se había acordado tratar el tema en sesión reservada, algo a lo que el senador Cubas se opone y cuestiona tajantemente.
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“En este caso, el pleno le dio la venia a Lilian (Samaniego) para que la sesión sea secreta, y esto está todo grabado, y yo le digo con todo respeto: 'Compañero Payo Cubas, usted no puede filmar, esta es una sesión reservada'. Le advertí una, dos y tras la tercera vez -para evitar un mayor despelote- en uso de mis atribuciones tuve que levantar la sesión”, recordó Ovelar.
El mismo dijo que instar a los policías del Congreso a que retiren a Cubas de la sala de sesiones sería “un bochorno mayor”, por lo que optó levantar la sesión.
El presidente del Congreso insistió en que la decisión de hacer públicas las sesiones de ascensos de militares y policías no está en sus manos, pero que cuanto menos se tendría que acordarlo previamente en la mesa directiva.
“Nosotros acordamos que solamente en los casos en que se trataban los ascensos de militares, policías y en donde se abordaran temas de seguridad nacional, en esos casos sería reservada. En los otros casos sí se abría la posibilidad de que sean abiertas y públicas”, recordó sobre el acuerdo actual.
Sin embargo, existe una crítica no solo de Cubas acerca del derecho ciudadano de escuchar los debates sobre ascensos, ya que en ellos figuran todos los antecedentes y cuestionamientos de policías y militares.
“Nosotros tenemos que, como mínimo, en mesa directiva ponernos de acuerdo. Yo no puedo romper lo que me impone la mayoría, no sé si me estoy explicando, muy por encima de voluntad, porque así funciona un cuerpo colegiado”, insistió. Agregó que, así como acató la decisión de la mayoría de no tomar juramento como senadores a Nicanor Duarte Frutos y Horacio Cartes, respetará lo que defina la mayoría.
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El tema del secretismo en las sesiones es lo que generó que en una ocasión Cubas y el senador Enrique Bacchetta casi llegaran a los golpes en una sesión de comisión asesora, donde quisieron hacer secreta la audiencia de candidatos a ministros de Corte ante el Senado.