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En la oficina 63 de la Colonia Manitoba de la localidad de Tacuati, departamento de San Pedro, se reúnen el comandante de la Policía, Crispulo Sotelo, el ministro del Interior, Francisco De Vargas, y el fiscal Joel Cazal con Abrahán Fehr, padre del secuestrado que lleva su mismo nombre, y otros referentes de la Colonia.
El encuentro sería con el fin de pedir más seguridad en la zona, debido a que luego del secuestro de Abrahán Fehr Banman (35), los colonos no pueden trabajar con tranquilidad; por ello, van más tarde a la chacra y regresan más temprano por el temor de que en cualquier momento puedan encontrarse con los criminales del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Además, resalta el negro panorama en materia económica por el que se encuentran atravesando en la producción de maíz, que está en etapa de cosecha. El rendimiento se redujo bastante: de 5.000 kilos por hectárea a unos 2.500 kilos por hectárea, en promedio. Al bajo rendimiento también se le suma el precio a la hora de comercializar: en promedio, anteriormente se vendía a US$ 300 la tonelada, mientras que ahora el precio promedio es de US$ 90 por tonelada.
Toda esta situación crtitica suma un punto más en contra de los productores de la zona: la falta de seguridad en la zona. En la Colonia Manitoba existe un puesto policial en paupérrrimas condiciones, con cuatro efectivos policiales. Los fines de semana solo están dos policías. Luego del secuestro del colono, los policías destacados en el lugar no se quedan a la noche, mientras que de día solo están hasta la media tarde.
En horas de la noche, el personal no se queda en el puesto policial Nº 1, sino que busca refugio en un lugar más seguro, debido al peligro que representa estar en dicha depencial policial; salen hacia el casco urbano de la colonia y la mayoría de las veces duermen en única patrullera con que cuenta. El local se encuentra a unos 5 kilómetros en línea recta del lugar donde el pasado 8 de agosto fue secuestrado Abrahán Fehr.