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Al realizar una evaluación sobre la huelga general que se desarrolló el lunes y martes, Guillermo Sosa arrancó su análisis señalando que la medida “tuvo bajo acatamiento”, para luego explicar que los sindicalistas y dirigentes obreros “se equivocaron al hacer una huelga en esta época del año. Fue muy inoportuna la fecha de la protesta”, insistió.
Señaló que los trabajadores no se sumaron masivamente, tal como lo habían anunciado los organizadores, que en un momento dado inclusive hablaron de un “atacamiento total”, anque posteriormente bajaron la cifra de adhesión al 90%. Con respecto a si puede considerarse un total fracaso la movilización, aclaró que “yo no quiero decir eso porque me agreden y me juegan al cuerpo directamente cuando digo eso”. Posteriormente, al reafirmar que no hubo acompañamiento de los empleados, señaló que “debo decir la verdad y no tengo que mentir”.
Por otra parte, al ser abordado sobre las declaraciones del presidente Cartes, quien ayer minimizó la huelga, a la que calificó de “protesta política”, el ministro indicó que los propios dirigentes hablaron de una medida de esta naturaleza. “Dijeron claramente que esta era una huelga política; no lo digo yo, lo dicen ellos”, sostuvo a radio ABC Cardinal. Recordó además -al traer a colación más “evidencias”- que los manifestantes hablaron de destituir al titular del Ejecutivo e instalar una junta patriótica, reclamo constante de sectores campesinos.
Señaló además que no fue casual la organización de la huelga general justamente en coincidencia con el desarrollo de la Cumbre del Mercosur. Sobre la amenaza de los huelguistas, que ya hablan de otra medida similar para marzo, el alto funcionario indicó que ello no solo sería “irresponsable sino que es políticamente incorrecto” y pareciera una medida desesperada ante la poca convocatoria de la medida del lunes y martes. Instó a los dirigentes a acercarse a dialogar con las autoridades. “Las puertas están abiertas; pensemos en el futuro y no amenacemos de balde”, manifestó.