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El pasado viernes, el abogado Juan Sánchez, en representación de María Lorgia Alonso, promovió un juicio de reconocimiento de matrimonio aparente contra el futbolista Salvador Cabañas, actualmente dedicado al rubro de la panadería. La presentación se hizo en el juzgado de Lambaré.
En la demanda, Alonso pide a la justicia que reconozca su concubinato con Cabañas, a fin de ubicar todos los bienes y el dinero del futbolista para ser repartidos entre ambos por la mitad.
Indicó que se unió en pareja con Cabañas en 2001, cuando el futbolista militaba en el 12 de Octubre de Itauguá y luego fue transferido al Audax Italiano, de Chile.
Acotó que de 2001 a 2003 vivieron en la ciudad de Santiago de Chile; luego, fue el jugador transferido al Chiapas de México. En todo ese tiempo, ambos tenían una vida en concubinato.
En 2006, Cabañas fue transferido al popular América de México, donde militó hasta enero de 2010, mes en que fue baleado por un narcotraficante en el interior de un local nocturno. En ese tiempo también estuvieron juntos.
La demanda manifestó que, producto de la unión de ambos, tuvo lugar el nacimiento de dos hijos, uno paraguayo y otra mexicana, reconocidos por Cabañas.
Lorgia precisó en la demanda que, junto con Salvador Cabañas, adquirieron bienes muebles e inmuebles. Acotó que, por escritura pública, son socios accionistas del complejo SC 10, que se encuentra en la ciudad de Villa Elisa.
La demandante agregó que constituyeron la sociedad anónima “Mariscal Guerrero” con el futbolista, con quien compraron fincas en los distritos de la Recoleta y Villa Elisa.
Finalmente, mencionó que el exrepresentante del jugador, José González, adeuda a la pareja un total de US$ 500.000, que serán cobrados vía judicial.
El abogado Juan Sánchez explicó a radio Ñandutí AM que la justicia debe reconocer la unión de ambos, indagar sobre los bienes y realizar una repartición por la mitad en beneficio de ambos.
Según recientes declaraciones de Cabañas, éste se encuentra separado de Lorgia desde hace varios meses. Incluso, refirió que no conocía el paradero de su dinero y bienes, pese a todo lo que percibió en aproximadamente 10 años como futbolista.
La carrera de Cabañas fue truncada cuando un narcotraficante lo hirió de un balazo en la cabeza que, por poco, le costó la vida.