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Miranda fue encontrado culpable de abuso sexual en menores y como pena deberá abonar la suma de G. 5 millones al Hospital Regional de Itapúa y no podrá salir del país.
Los hechos que se ventilaron en el juicio oral y público habrían ocurrido entre 2015 y 2016 en la casa parroquial de Edelira 21. El juicio se inició el pasado jueves 2 de agosto. Entre otros, declararon el monseñor Francisco Javier Pistilli, de la Diócesis de Encarnación.
La madre de la víctima había relatado que quedó sola desde el 2010 cuando su pareja los abandonó. Tras ello dijo que su hijo actuaba con rebeldía, por lo que fue hasta la casa parroquial para pedir ayuda al sacerdote. El cura le habría indicado en ese entonces que él se encargaría del chico y que los problemas con la madre pronto se solucionarían.
Sin embargo, grande fue la sorpresa para la progenitora cuando se enteró, a través de la psicóloga del colegio donde asistía el joven, de que su hijo fue abusado sexualmente por el sacerdote.
Miranda fue denunciado por el menor ante Pistilli y luego ante el Ministerio Público.