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El actual director general Antidrogas, Luis Rojas, brindó detalles sobre las circunstancias en las que asumirá al frente de la cartera de Estado, desde mañana.
Adelantó que continuará el proceso iniciado por Francisco de Vargas, quien se retira para asumir como ministro del Interior.
Aseguró que en los últimos meses se optó por “mentir menos” y asumir la magnitud del problema del narcotráfico, que “es mucho más grande de lo que pensábamos”.
“Cuando uno miente menos, generalmente uno ve la envergadura y va comenzando a aparecer este monstruo real que es el narcotráfico”, manifestó, en contacto con Canal 100.
Insistió en que ya se tiene un rumbo a seguir, aunque señaló que existen limitaciones en materia de insumos e infraestructura.
Al ser consultado respecto al nivel de control del espacio aéreo ante los narcoaviones, Rojas indicó que actualmente se tiene 0,2 de una escala de 1 al 10.
“Apenas tenemos dos radares de corto alcance y tenemos capacidad de interceptación disminuida”, refirió.
Comentó que aunque se cuente con mejores sistemas de detección no se cuenta con un marco legal para interceptar los aviones que puedan transportar droga.
“En caso de que detectemos un vuelo, qué hacemos, ¿obligarlo a detenerse? ¿Cómo?”, manifestó.
Indicó que el Paraguay constituye una ruta del narcotráfico debido a la cercanía con Bolivia, el segundo mayor productor mundial de pasta base, y Brasil, mayor consumidor regional de cocaína.
“Esta posición geográfica nos obliga como país a estar en al ruta del narcotráfico”, refirió.
Señaló que a esta situación se suma el deficiente control en las fronteras y la “terrible corrupción” dentro de la misma Senad.
Entre otros inconvenientes, citó la falta de recursos para los propios agentes, que a veces se ven obligados a comprar sus armas y sus balas.