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El comisario Gilberto Fleitas, jefe de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, se refirió al nuevo golpe perpetrado a un cajero automático, esta vez en la ciudad de San Bernardino, departametno de Cordillera. El uniformado reconoció que se está ante una ola de robos que aún no puede contenerse, pese a las medidas de alerta en la institución. “Es un ataque permanente y debemos actuar con fuerza; estamos trabajando día y noche a efectos de evitar estas situaciones”, indicó.
Comentó que la Policía custodia los cajeros de manera aleatoria y constantemente recibe informes sobre planes de nuevos golpes. “Se da cobertura a distintos cajeros; esta es una amenaza permanente”, sostuvo, en contacto con Canal 100. El jefe policial insistió en que los efectivos están en constante lucha y señaló que, fruto de ello, hoy pudo detenerse a uno de los presuntos implicados en la ola de explosiones y robos. Se trata de Nelson Gustavo López González, de 22 años, quien fue aprehendido tras un allanamiento en su vivienda, en Villa Hayes.
Comentó que hay evidencias que apuntan a que el joven es parte de la banda que detonó los cajeros de Villa Hayes y Roque Alonso. El grupo sería el mismo que igualmente perpetró los golpes anteriores, según mencionó. “No manejamos muchos grupos, pero serían uno o dos equipos que operan en este momento; no se descarta que sea una sola banda”, refirió. Indicó, asimismo, que los asaltantes reclutan nuevos integrantes para más robos, que se recrudecieron en las últimas semanas, debido a la mayor circulación de dinero, por el cobro de salarios y aguinaldos.
Sobre el detenido en la fecha, el comisario comentó que el joven ya había sido capturado en marzo pasado y era buscado por la serie de golpes perpetrados meses atrás en San Cristóbal, Alto Paraná. Aun así, estaba libre nuevamente y se encontraba tranquilamente en su casa en Villa Hayes. El aprehendido además cuenta con antecedentes por homicidio doloso y lesión grave, todos correspondientes a este año. Indicó que evaluarán con la Fiscalía por qué el sospechoso se encontraba libre.
Se trata de un hombre muy violento, que inclusive -al momento de la intervención policial en su casa- contaba con un arma 9 mm bajo su almohada, pero finalmente pudo ser reducido por los agentes.