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La directora de Comueda, Nidia López, informó en contacto con ABC Color que la tendencia es que el retroceso de las aguas continúe en los próximos días. Contó que en los bañados ya se empieza a notar que el río está descendiendo. No obstante, el número de familias damnificadas va en aumento, pero cada vez son menos los que abandonan sus casas diariamente.
Ayer, las últimas 88 familias salieron de sus casas en la zona de los bañados. En total, hay unas 17.675 familias damnificadas en la ribera de Asunción por las inundaciones, informó López. Aseguró que la asistencia continúa normalmente y que las personas afectadas reciben cada día alimentos, frazadas, colchones, chapas, madera y otros insumos de emergencia.
Preocupa la gran cantidad de problemas de salud que presentan los damnificados, especialmente aquellos que pertenecen a los grupos vulnerables, es decir, los niños y los ancianos. Las condiciones en las que viven permiten que adquieran enfermedades, especialmente problemas respiratorios, detalló. Además de las enfermedades respiratorias, es común ver problemas de la piel en todas las edades, ya que las personas están en contacto con el agua sucia. También aparecen problemas en las articulaciones, especialmente entre las personas de la tercera edad, comunicó la funcionaria.
En todo el país, hay más de 200.000 personas damnificadas por las inundaciones. Además de Asunción, el fenómeno meteorológico causa estragos en los departamentos de Ñeembucú, San Pedro y gran parte del Chaco.