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“Si respetamos el liderazgo natural del movimiento más importante y fuerte dentro del Partido Colorado, estamos listos, equipados para jugar en el puesto que nos toque, por eso dije: 'Bueno, sea aguatero, kinesiólogo, lineman, centrodelantero, arquero... Voy a jugar donde me toque'”, dijo Riera al ser consultado sobre la posibilidad de su candidatura.
Si bien insistió en que cree estar haciendo un “buen trabajo” como ministro de Educación, dejó abierta la puerta de una eventual candidatura, puerta que él mismo había “cerrado y candadeado” rotundamente en julio y luego en octubre de 2016.
“Yo creo que hay que esperar que termine el proceso y una vez que se elija al que tenga mayores posibilidades de pasar las internas, unir el partido y enfrentar las nacionales con una propuesta de alcance nacional”, remarcó Riera, dejando la decisión en manos de Cartes, “el técnico del equipo”. Esto confronta con lo que decía el ministro en 2016, cuando afirmó sobre una eventual candidatura: “Descarto la posibilidad, dejalo grabado, quiero trabajar tranquilo”.
Sobre el impacto de la candidatura de Peña, dijo que esta semana será clave, ya que, tras el retorno de Cartes de Portugal, se tendrá la primera evaluación. “Yo presumo que va a recibir el parte de la situación, la temperatura, y extraoficialmente, no sé quién me dijo que estaban haciendo mediciones, con todo eso probablemente se tomará la decisión que corresponda”, dijo.
Sobre los “desertores” de Honor Colorado, cuestionó que no ve que tengan un programa político para enfrentar al grupo liderado por Cartes. “El movimiento Honor Colorado tiene una ventaja que ya tiene un modelo instalado y con resultados visibles”, dijo.