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Los organismos de seguridad afirman que el plan de amotinamiento estaría encabezado por traficantes recluidos en Tacumbú, integrantes de uno de los equipos de Pavão. La intención es distraer a la fuerza pública de la Agrupación Especializada y debilitar la vigilancia de las instalaciones, momento que sería aprovechado para liberar al capo narco.
Además, se descubrió que, antes del motín, los lugartenientes de Pavão realizarían algunas acciones similares, a modo de “simulacro”, con el fin de estudiar los tiempos y métodos de respuesta de la fuerza policial y de los guardias.
Jarvis Chimenes Pavão cumplirá en diciembre su condena por lavado de dinero y luego será extraditado al Brasil para cumplir otra sentencia ligada a crímenes relacionados con el narcotráfico, lo que sus abogados están intentando frenar hace meses con diferentes artimañas.
La Policía Federal del Brasil había informado hace unos días de la existencia de un plan de rescate del narco, dato que se dio precisamente al día siguiente de que la Corte confirmara la extradición del mafioso.