Restos de cohete, en Paraguay

Una esfera metálica que forma parte de un cohete lanzador de satélites fue encontrado en Canindeyú este domingo. Formaba parte de las "bolas de fuego" que fueron vistas por muchos paraguayos durante la noche del sábado.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2074

Cargando...

En la madrugada del sábado muchas personas pudieron apreciar desde gran parte del país unas "bolas de fuego" en el cielo. Las mismas formaban parte de la reentrada a la atmósfera y desintegración de un cohete lanzador de satélites.

Según el astrónomo aficionado Nicolás Masloff, minutos después, en Canindeyú un grupo de gente escuchó un fuerte estruendo. En la mañana encontraron una esfera metálica de "origen desconocido" en un pequeño cráter. 

El profesor Blas Servín recibió las fotografías del objeto y para confirmar su teoría consultó con Masloff si el objeto podía estar relacionado con el cohete chino. Ambos especialistas confirmaron que se trata de un tanque de titanio usado para almacenar hidracina. Pesa casi 7 kilos.

Según Masloff, la hidracina es altamente inflamable, combustiona muy fácilmente incluso a temperatura ambiente y es altamente tóxica. Puede producir quemaduras en la piel e irritaciones y también afectar gravemente a los ojos, hígados, riñones y al sistema nervioso, e incluso provocar la muerte si se produce una exposición aguda.

"La hidracina es un químico altamente tóxico y peligrosamente inestable, componente del combustible de ignición ultrarrápida para pequeños motores de alta precisión (motores hipergólicos), utilizados en las etapas superiores de un cohete, naves espaciales o satélites, para realizar correcciones de órbita y de orientación", explicó Masloff a través de su red social. 

Normalmente el contenido de tanques es utilizado completamente, por lo que caen vacíos (como parece ser este caso), sin riesgo aparte del impacto en sí. Finalmente terminan siendo piezas comunes en museos.

El cohete chino CZ-3B/G2, del cual proviene este tanque, fue lanzado el 17 de diciembre para poner en órbita el Alcomsat-1, el primer satélite de comunicaciones de Argelia.

Cuando un cohete o un satélite ya cumplió su propósito, se debe evitar la contaminación de la órbita con “basura espacial”, que puede impedir los viajes en el futuro. Es por ello que se hacen caer los restos a la Tierra de nuevo, esto se llama “reentrada atmosférica”.

Generalmente arden y se desintegran casi por completo, debido a la gran velocidad (27.000km/h) y a la resistencia de la atmósfera. Sin embargo, explica el astrónomo, es común que sobrevivan componentes resistentes como este tanque. 

No es la primera vez que un tanque de hidracina llega hasta el suelo, ya ha pasado numerosas veces en todo el mundo. Pero sí es la primera vez que esto sucede en Paraguay.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...