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El presidente del Congreso, Blas Llano, reconoció este lunes que en el Poder Legislativo existen gastos superfluos que deberán ser recortados con la intención de ahorrar dinero del Estado. Si bien no quiso entrar en detalles sobre casos particulares, el senador liberal ratificó la necesidad de racionalizar gastos en el Parlamento.
“La política ha cambiado, la gente nos obliga a cambiar”, reconoció Llano durante una conferencia de prensa en la presidencia del Senado. El titular del Legislativo instó a los funcionarios que se manifestaban en los pasillos a “que se tranquilicen, que vuelvan a su trabajo”.
“Aca lo que se pretende es una política de racionalizar recursos, de transparentar. Todos tenemos que entender”, agregó. Dijo estar dispuesto a conversar con los sindicatos de funcionarios pero que no lo haría bajo ningún tipo de presión.
Los funcionarios que se manifestaban, lo hacían en rechazo a la propuesta de eliminar los cuatro aguinaldos extras que perciben algunos y afirmaban que eran derechos que habían sido adquiridos y que no se les podía despojar. Cuando a Llano se le consultó sobre tales expresiones dijo una vez que no quería entrar en particularidades y que “creo que nos conocemos todos, sabemos como conocemos esta institución”.
“Hay que ajustar muchos aspectos y esos ajustes los vamos a hacer”, aseveró para luego agregar que muchas cosas se hicieron mal pero que “no porque se hicieron mal tenemos que seguir haciendo mal”. Resaltó que sería bueno que todas las instituciones de los diferentes poderes del estado pudieran hacer lo mismo.
Afirmó que las racionalizaciones podrían alcanzar incluso a los mismos legisladores y que los trabajos para realizar los recortes de los gastos superfluos se iniciarán de manera inmediata. Según Llano, fue precisamente por eso que el Parlamento fue uno de los primeros en cumplir con la ley que obliga a hacer pública la nómina de empleados, funciones y salarios. “Está todo muy detallado, todo muy fácil de entender”, apostilló.
Lo que se pretende, de acuerdo al político liberal, es disminuir entre un 20 y 40 por ciento los gastos superfluos en este período. “Esta es una política que tiene que ir de menos a más”, justificó.
Cuando se le preguntó si muchos funcionarios serían afectados por los recortes, Llano dijo que “los que no vienen y no son necesarios, sí”. Citó como ejemplo que hace algunos días llegó a la sede del Poder Legislativo, subió a un ascensor y se encontró con cuatro ascensoristas. “Tres de ellos no me conocían”, relató.
Señaló que el Ministerio de Hacienda será el encargado de dar destino al dinero que se ahorre y que el senador Enrique Bacchetta, vicepresidente primero del Senado, se encuentra trabajando en una agenda parlamentaria a fin de hacer una priorización de los temas.
Finalizó diciendo que ya conversó con los líderes de las diferentes bancadas y que le brindaron su apoyo y compromiso para acompañar las gestiones, con lo que, aseguró, se demuestra que no es solo una cuestión exclusiva del Presidente del Parlamento.