Cargando...
Trapani refirió que esa información, la de la coima, trascendió en una reunión de la Asociación Rural del Paraguay el pasado lunes por la noche. Reconoció que actuó como intermediario entre Jair de Lima, dueño del frigorífico, y el ministro de Industria, Gustavo Leite.
“Jair tenía que entregar unos documentos (...) Él me llamó temprano para llevarle esos documentos al presidente (Cartes). Son los documentos de todo lo que él ingresó, los documentos ‘sinceridad’ del ingreso, de lo que pagó y de lo que no pagó. No son los documentos de la coima; la coima no deja documentos”, expresó Trapani.
El ganadero también dijo que Leite se presentó como un “paladín de la justicia” al denunciar las irregularidades del frigorífico. Agregó que el presidente electo, Mario Abdo, también está al tanto de la situación. “No estoy absolutamente ni a favor ni en contra de él (Gustavo Leite). No le debo ningún favor”, argumentó. “Gracias a Dios, Juan Carlos Galaverna es uno de los testigos de esto”, detalló.
Trapani concluyó diciendo que precisaba reafirmar su versión porque Gustavo Leite lo acusó de cobarde en una conversación ayer, en la que negó además el pedido de coima.
Lea más: Galaverna afirma que Leite pidió coima de US$ 500.000 al Frigorífico Concepción
Leite, quien estaba haciendo escala en EE.UU. en un viaje hacia a Taiwán, también llamó a Ñandutí “para desmentir la tapa de ABC” y mantuvo un mano a mano al aire con Trapani, a quien acusó de hacer pública la versión de la coima y, al tiempo de negar su participación, advirtió que a su vuelta recurriría a las instancias necesarias para denunciar este caso. “Llamale a Trapani, preguntale si es cierto que Gneiting y yo pedimos coima. Es un cobarde. No tiene pies ni cabeza esta versión”, expresó Leite.
Lea más: Auditoría constató diferencias entre la faena y exportación en frigorífico
Por su parte, el abogado del frigorífico, Pedro Ovelar, dijo a ABC que “el señor Jair en ningún momento ofreció dinero a algún funcionario, tampoco recibió alguna propuesta, tampoco hubo pago alguno a algún funcionario. Lo único que manifestó Jair era que no podía conversar con ningún ministro ni alto funcionario del Gobierno para explicar qué problema hubo en la importación de carne, porque ya le cerraban todos sus mercados y pareciera ser que había más interés en cobrar los US$ 580.000 de multa que en esclarecer el problema”.