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“La eventual liberación iría de contramano con toda predisposición legal”, señaló Francisco de Vargas, ministro del Interior, en referencia a la nota encontrada el martes en las inmediaciones de la casa del suboficial Edelio Morínigo. En la misiva supuestamente dejada por el grupo criminal EPP se exige un canje: la liberación del efectivo a cambio de seis epepistas (no especifican nombres) actualmente en prisión. “Es impensable, improbable y de cumplimiento imposible”, agregó.
El grupo criminal establece un plazo que vence el próximo 14 de octubre para el cumplimiento de sus exigencias y advierte de que, en caso contrario, ejecutarán a Morínigo, al que califican de “prisionero de guerra”. Según De Vargas, la intención del grupo criminal no es otra sino “tratar de responsabilizar de crímenes cometidos o a ser eventualmente cometidos”.
El secretario estatal puntualizó que para que pueda existir algún tipo de negociación “debe haber un mínimo de confianza por las partes” y que los criminales han demostrado no tener palabra porque hay compromisos asumidos que no han cumplido. De Vargas aseguró que las autoridades se encuentran estudiando a fin de determinar la autoría de la nota hallada a unos 500 metros de la casa de la madre de Edelio Morínigo, suboficial que lleva 87 días en manos del grupo criminal.
Destacó que desde hace algún tiempo el Gobierno, a través de la Fuerza de Tarea Conjunta, se encuentra comprometido con la liberación de los privados de su libertad, además de dar captura y evitar los ataques del grupo criminal. “Sigan teniendo la confianza en las autoridades, en los órganos de seguridad”, manifestó el ministro dirigiéndose a la ciudadanía.
Puntualizó que del análisis de la nota surgen varias conjeturas, como por ejemplo el punto en el que señalan que los pobladores de las comunidades de Arroyito y Kurusu de Hierro son quienes comulgan con sus intereses. “Estoy seguro que la gran mayoría son ciudadanos de bien que se declaran en contra de cualquier tipo de violencia”, opinó De Vargas, para luego reconocer que es a través de la acción social-estatal que se conseguirá destruir aquellos puntos de lo que se vale el grupo criminal para su supuesta lucha.
En la misiva encontrada no se menciona ni una sola vez al joven Arlan Fick, el adolescente de 16 años secuestrado desde hace 181 días. De Vargas explicó que de ello pueden surgir varias interpretaciones, como que lo que buscan es medir la reacción del Gobierno ante el pedido de canje planteado por Morínigo y a partir de allí volver a plantear una situación parecida.
Recordó que no es la primera vez que el grupo criminal realiza este tipo de exigencias; de hecho, hace algunos meses el detenido Alcides Oviedo Brítez había planteado un canje por la libertad de Arlan a cambio de la de sus colegas “epepistas” y dijo que esta situación forma parte de una reacción al operativo durante el cual se dio de baja a varios componentes de la Agrupación Campesina Armada (ACA), núcleo desprendido del EPP.
“La vida de los secuestrados está en riesgo desde el primer momento en que fueron privados de su libertad”, reconoció De Vargas para luego reiterar en varias oportunidades que lo único que se busca es tratar de responsabilizar al Gobierno en lo que respecta a la vida de los secuestrados. “Son ellos los únicos responsables”, sentenció. Con respecto a la posibilidad de nuevos secuestros, finalizó diciendo que “en realidad no he leído que mencionen posibles secuestros, pero es sabido que ellos están pensando siempre en desplegar acciones criminales”.