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Ante un caso confirmado de meningitis en una escuela o colegio, el primer paso es que la institución debe informar de la situación al área de Gestión de Riesgos del Ministerio de Educación y Cultura. Esta dependencia es la encargada de emitir un comunicado a los padres de familia de esa escuela.
Posteriormente, el MEC debe ser el encargado de indicar a la institución en cuestión todas las medidas de higiene necesarias para evitar la transmisión de virus y bacterias. Entre las prácticas que se deben inculcar a los niños se encuentran el correcto lavado de manos, el uso de alcohol en gel, airear los espacios en las aulas, y dentro de las casas, limpiar frecuentemente las ropas de dormir y otras medidas preventivas.
Aunque algunos colegios privados optan por cerrar el colegio para realizar una desinfección, la jefa de Riesgos del MEC, Elena Caballero, afirmó que fomentar la fumigación ante cuadros de meningitis también crea una falsa sensación de seguridad. “No existe un insecticida de amplio espectro que mate bacterias o virus”, fundamentó la funcionaria.
Caballero también resaltaba ayer que es importante no crear una psicosis colectiva en toda la población escolar. “El hecho de que un niño tenga meningitis no quiere decir que los otros compañeros que estuvieron en contacto de manera casual con él deban contraerla”, explicó la directora, al tiempo de enfatizar que no se debe dejar de enviar a los hijos a la escuela porque se haya registrado un caso de la enfermedad.
El reposo del menor afectado es otro de los pasos del protocolo. El niño debe quedarse en la casa para su recuperación por un promedio de 10 días. Su ausencia estará totalmente justificada.
Esta enfermedad es considerada una urgencia infectológica porque afecta a la fina capa que recubre el cerebro y la médula espinal, que son las meninges. Es una dolencia infectocontagiosa que se transmite de persona a persona mediante secreciones respiratorias o de la garganta, al toser, estornudar, dar besos y, al compartir cubiertos, pero no por el aire.