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El proyecto de ley “que establece el régimen de promoción para la elaboración sostenible y utilización obligatoria del biodiésel en toda la República” no cae bien en el sector del combustible, por una serie de problemas como la falta de sustentabilidad, el precio, daño al mercado local y a los vehículos, entre otros argumentos.
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Al menos es lo que aseguran los agremiados a Apesa (Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicios) y Dicapar (Distribuidoras de Combustibles Asociadas del Paraguay), que justamente convocan para mañana a las 11:00 a una conferencia de prensa para detallar las críticas al proyecto, que según los datos que manejan en el sector es para beneficiar a empresas argentinas que redujeron su exportación.
“La situación del biodiésel en Argentina es crítica. Actualmente, tiene el 60% de la capacidad ociosa al perder la exportación a Europa y Estados Unidos por ser considerado el biodiésel de soja poco sustentable ambiental y socialmente”, señala una nota emitida por Dicapar, que reafirma que el proyecto es para beneficiar a empresas del vecino país.
El costo de producción del biodiésel en Argentina es muy bajo (G. 3.300 por litro), por una cuestión de escala y tecnología de punta de las plantas de producción, anexas a grandes aceiteras. En nuestro país el predio es de 5.800 cada litro.
Para entregar el mercado paraguayo a los argentinos el proyecto inclusive excluye como potencial productor a las aceiteras paraguayas, que están con la mejor condición para fabricar un producto de calidad a precio competitivo, según Dicapar y Apesa.
Existe la posibilidad de que en algún momento se importe –legal o ilegalmente– biodiésel de Argentina, considerando su gran capacidad ociosa y el bajo costo.
Los empresarios señalan además la existencia de la Ley 2748/05, que establece la mezcla del biocombustible entre el 1% y 20%, que “cumple una importante función fomentando el uso de los combustibles renovables". Esta normativa ha facultado al Ministerio de Industria y Comercio a implementar hasta un 5% de la mezcla del biodiésel con el diésel común, manteniendo la denominación de diésel. Señalaron que si a la fecha se utiliza una mezcla al 2%, es que no se han dado las condiciones para un incremento mayor sin poner en serio peligro la flota de vehículos diésel de nuestro país.