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Junto con Carlos Báez, controvertido exfutbolista y actual barrabrava de Cerro Porteño, Cañiza fue condenado en octubre de 2015 por perturbación de la paz pública y amenaza de hecho punible, es decir por encabezar y promover un ataque contra hinchas de Olimpia en marzo de ese año.
Por medio de una suspensión condicional del procedimiento -por admitir la acusación-, ambos recibieron como pena la obligación de presentarse ante la comisaría más cercana a su domicilio para ser encerrados mientras se disputen los partidos que protagonice el club Cerro Porteño. Esta medida aún está vigente.
Además, el inadaptado tiene la prohibición de portar armas de cualquier naturaleza y debe aportar mensualmente la suma de G. 300.000 a la fundación Asoleu.
Es colorado, de corte cartista y cercano a Alejandra Vera, hija del ministro de la Senad, Hugo Vera. Está señalado como el principal instigador de la agresión contra los periodistas Juan Agüero, fotógrafo del diario Última Hora; Alejandro López y Gustavo Ávalos, cronista y camarógrafo de Telefuturo, respectivamente, quienes anoche cubrían la ostentosa fiesta de cierre campaña por la presidencia del Centro de Estudiantes de Derecho UNA del movimiento que integra.
Los comunicadores agredidos realizaron su denuncia ante la Comisaría 12ª Metropolitana. En la agresión estarían implicadas al menos cinco personas más, pero de momento ninguna fue detenida. El caso ya fue notificado a la Fiscalía.
La conducta agresiva y prepotente de Carlos Guillermo Cañiza ya se remonta a su época de estudiante de secundaria. En el año 2004, cuando era alumno del “American College”, fue detenido con un grupo de amigos luego de la fiesta de colación.
En aquel episodio, uno de los adolescentes, presumiblemente bajo los efectos del alcohol, volcó con su rodado sobre la avenida Santísimo Sacramento y luego atacó a un transeúnte que lo denunció, hecho que posibilitó su aprehensión.
Cañiza Riveros y otros siete jóvenes abandonaron la fiesta -que se realizaba en el Asunción Golf Club- e irrumpieron en la Comisaría 12ª Metropolitana con la intención de rescatar al compañero, pero todos fueron reducidos a golpes y fueron a parar al calabozo.