Denuncia contra Díaz Verón

La Coordinadora de Abogados del Paraguay presentará una denuncia penal contra el fiscal General Javier Díaz Verón, por enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias, por los contratos de parientes, vecinos y exdomésticas de su familia.

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A raíz de las publicaciones de nuestro medio que muestran que sobrinos, primos, vecinos y hasta exempleadas domésticas de la esposa del fiscal General Javier Díaz Verón -María Selva Morínigo Vargas- consiguieron un sueldo en la Fiscalía en los últimos cuatro años, la Coordinadora de Abogados del Paraguay anunció que presentará una denuncia penal contra el Fiscal General por los hechos punibles de enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias. Será mañana entre las 09:00 y 10:00 en la Fiscalía de Delitos Económicos y Anticorrupción, informó la titular de dicha agremiación, Kattya González.

Explicó que las publicaciones de ABC Color serán utilizadas como cabeza del proceso. "Todos los funcionarios públicos tienen que rendir cuentas del origen de sus bienes y lo que se demuestra no se condice con su condición de humilde funcionario público. Entendemos que él no tiene ningún fuero y debe ser sometido al escrutinio público", explicó.

Los delitos de enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias se encuentran tipificados en los artículos 31 y 42 de la Ley Nº 2523/04 “Que previene, tipifica y sanciona el enriquecimiento ilícito en la Función Pública y el tráfico de influencias”; en concordancia con el Artículo 29, núm. 1º; previsto y penado en la Ley 1160/97 del Código Penal, pudiendo ampliarse esta denuncia a todas aquellas personas que hayan participado en la comisión de los hechos denunciados.

Díaz Verón contrató a la parentela de su esposa, María Selva Morínigo, en la Fiscalía. Primas y sobrinos de la mujer consiguieron un sueldo en la institución; incluso vecinos de la pareja y hasta exdomésticas de los cuñados del fiscal, como de la familia Díaz-Morínigo se ubicaron en la función pública.

La cuñada de la hermana del fiscal, de nombre Adela Teresa Medina Luna, también tuvo la misma “oportunidad”. Lorenza Matorra y Lidia Román son dos exempleadas domésticas de la familia, quienes fueron privilegiadas con un cargo en fiscalía gracias al vínculo con la máxima autoridad institucional. Otras hermanas de las exdomésticas y hasta un cuñado de ellas con antecedentes por estafa se incorporaron en el Ministerio Público.

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