Preocupante degradación

Zonas aledañas a la Cordillera del Ybyturuzú son víctimas de una preocupante degradación, señalaron desde la organización WWF. Utilizando diferentes vías, el bosque es depredado para dar lugar a plantaciones y pastizales para ganado.

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Desde 2007 hasta hoy unas 140 hectáreas de bosques fueron depredadas en la zona de la cordillera del Ybyturuzú de acuerdo a datos obtenidos por el registro satelital realizado por WWF, señaló Lucy Aquino, directora de la oficina paraguaya de la organización, en conversación con ABC Color.

Lo que existe en gran medida en la zona, indicó Aquino, es una importante degradación de los bosques. Es decir, se van quitando de a poco los rollos argumentando contar con los permisos necesarios por lo que el rastreo se dificulta si bien es posible notar la disminución paulitana de los bosques. “La degradación es el primer paso para la deforestación”, explicó.

Una vez quitados todos los rollos de tamaño considerable, normalmente inicia algún incendio; es entonces que se argumenta que ya no puede existir un bosque en la zona, se plantan semillas de pasto que crecen rápidamente y se utilizan los campos para la ganadería, o se inician plantaciones de soja.

Desde la organización señalan la urgente necesidad de que el Instituto Forestal Nacional (Infona) realice controles de los permisos concedidos y si la explotación que se registra en la zona condice con los documentos entregados. En algunos casos, manifestó, se cuentan con permiso para sacar hasta diez rollos pero en realidad se quitan cien o hasta quinientos.

Otra forma de depredación paulatina utilizada para tratar de disimular el desmonte es la “remangada”; es decir que van eligiendo algunos pocos árboles para derribar en diferentes puntos a fin de que la tala no se detecte sino uno o dos años después, cuando el daño ya es demasiado grave.

Es necesario además, puntualizó, realizar controles a los aserradores que de la nada fueron surgiendo en gran medida en las regiones cercanas a la cordillera, algunos incluso ubicados a la vera de las rutas principales. En muchos de los casos, recordó, los propietarios de los mismo “pelan” documentos ante los representantes de la Fiscalía y por lo tanto se deben realizar diálogos con la Seam y el Infona para imputar, de ser necesario, a funcionarios que pudieron haber incurrido en irregularidades.

“A nosotros nos llama mucho la atención esta lucha que tienen representantes de la Fiscalía que acusan a la Seam o al Infona; en vez de juntarse y desarrollar juntos un plan para parar la deforestación. Acá están ocurriendo crímenes ambientales y la Fiscalía está saliendo con chicanerías”, afirmó Aquino.

En Paraguay se encuentran en vigencia desde hace varios años una ley de deforestación cero que afecta a la Región Oriental. Desde la promulgación de la ley, aseguran desde la WWF, el índice de deforestación ha disminuido considerablemente aunque reconocen que es evidente que no se cumple a cabalidad. “Si no tuviéramos esta ley, en la Región Oriental ya no tendríamos bosques”, aseveró Aquino.

En 2002, se registró una deforestación de unas 110.000 hectáreas; en 2013 se notó un aumento considerable al registrarse unas 40.000 hectáreas deforestadas y la cifra se mantiene por debajo de las 20.000 este año, según los datos proveídos por la WWF.

En la región Oriental el departamento con mayor índice de deforestación desde diciembre del año pasado hasta agosto pasado es San Pedro con unas 3979 hectáreas taladas; le siguen Canindeyú (2.690), Alto Paraná (1.713) y Amambay (1.353).

El distrito con mayor superficie deforestada en lo que va del año es Nueva Germania en San Pedro, con unas 1.313 hectáres de bosque talado; seguido por Itakyry (Alto Paraná) y Capitán Bado en Amambay.

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