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“No estamos preocupados, porque no existe, hay muchas cosas que se desvirtúan, mienten, mucha prensa inclusive no dice la verdad y decidí decirle a la gente lo que es real, lo que es verdad. Yo estoy muy tranquilo y la gente está en su derecho constitucionalmente de manifestarse y por eso no estoy enojado”, afirmó Portillo desde su vivienda en ubicada en el Km 7, barrio Don Bosco de Ciudad del Este.
Un grupo de hurreros se acercó hasta su casa a brindarle respaldo. “Gente de Asunción, dejen de molestar a nuestro diputado”, decía por ejemplo uno de los carteles. En otros expresaban su respaldo miembros de comités liberales. Portillo está imputado por tráfico de influencias y otros delitos.
“Nosotros no somos gente adinerada, acaudalada, porque eso lo que hablan mucho los medios y la gente que está siendo supuestamente indignada... Entonces como Carlos Portillo abrí las puertas de mi casa”, dijo, invitando a los escrachadores hasta su vivienda.
“Estoy abierto, no soy acaudalado, tengo mi declaración jurada que voy a presentar y no voy a huir a nada, estoy a disposición para cualquier circunstancia”, insistió el legislador. Agregó que el grupo que fue a apoyarlo “si hay necesidad... están para enfrentar cualquier situación”. No obstante negó que el grupo reaccione a protestas en contra, y dijo que el mismo atendería a los que quieran presentarle un reclamo.
Sobre los audios donde se lo escucha pedir dinero a una mujer a cambio de ayudarla en un litigio, valiéndose de sus influencias como legislador, Portillo dijo, en su particular manera de expresarse: "la forma en que hablé con esa señora no era así, y para demostrar eso tengo un acta notarial donde la señora me ha pedido disculpas, me ha enviado mensajes diciendo que fue presionada y que cambió todos los audios para enviarle a los periodistas porque hay gente que me quiere perjudicar”.