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Las condiciones climáticas que se registraban esta mañana eran desfavorables para el helicóptero Robinson R44 de la Policía que se precipitó a tierra en la localidad de Limpio, confirmaron a ABC Color fuentes oficiales. La máquina despegó desde Ciudad del Este y en ella viajaban tres agentes. El piloto, Marcos Agüero, quien falleció, y los oficiales Gustavo Ferreira y Pedro Espínola, quienes sufrieron fracturas de cráneo y piernas, respectivamente, y están en observación en el hospital Rigoberto Caballero.
Las fuentes a las que accedió ABC Color señalaron categóricamente que “en ningún caso” el helicóptero Robinson debía estar en el aire hoy. Asunción se encontraba, en el momento del accidente, bajo la influencia de un fenómeno climático que trajo consigo lloviznas, neblina y vientos de consideración. Esto, evidentemente, se traducía en una disminución de la visibilidad.
Los informantes que solicitaron el anonimato por temor a represalias dijeron categóricamente que “fue una orden criminal” la que se dio para que la aeronave realice el vuelo. Según se puede confirmar a través de documentos de la Policía, la indicación para que el Robinson viaje a la capital fue verbal y fue dada por dos jefes policiales.
El comisario José Darío Sánchez Duarte, jefe de Orden y Seguridad del Alto Paraná, informó a su superior, el comisario Darío Fermín Aguayo Vázquez, jefe de Policía del departamento, que la orden fue verbal y fue emitida por el comisario Luis Barrios, jefe de la Agrupación Fluvial y Aerofluvial. Sánchez Duarte agrega con respecto al último mencionado: “Quien a su vez manifestó que la orden proviene del Señor Comandante de la Policía Nacional, (comisario Críspulo Sotelo)”.
El helicóptero de la Policía es idéntico al que se estrelló el 2 de febrero de 2013 y en el que falleció el general Lino Oviedo. Ese accidente también se atribuyó a malas condiciones climáticas.
El documento elaborado por el comisario Sánchez Duarte señala que la máquina despegó de Ciudad del Este a las 6:00. El accidente se produjo a las 07:30. La máquina, llamativamente, no se incendió. Esto hace suponer, según los informantes de ABC Color, que una de las causas del accidente podría ser también la escasez de combustible. Peritos de Criminalística se encuentran en el sitio levantando evidencias.
Técnicos que inspeccionan el lugar del accidente señalan que la aeronave viajaba a unos 2.300 pies de altura, cuando los radares, en ese momento, mostraban que la visibilidad era de apenas 300 pies, por culpa del clima. Una hora y media después de salir de Ciudad del Este, la aeronave perdió contacto con la torre de control y se precipitó a tierra. Dos de los tres ocupantes fueron auxiliados por vecinos, mientras que el piloto fue rescatado ya sin vida, horas después.
El aeropuerto Silvio Pettirossi, de hecho, operaba con instrumentos esta mañana, precisamente por la poca visibilidad.