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Lo que debió ser el policlínico del Instituto de Previsión Social Central es una construcción a medias en medio de malezas. La obra, que se inició en junio de 2012 y que supuestamente debió ser terminada en solo seis meses por la empresa Villalba Piñeiro, de Édgar Raúl Villalba Piñeiro, sigue sin acabar, de acuerdo con un informe de ABC Televisión.
La construcción fue presupuestada en G. 6.000 millones, atendiendo a la premura, pues en ese entonces los hospitales estaban abarrotados de gente con dengue –igual que ahora- y con influenza.
El arquitecto Gustavo Musi, de IPS, responsabilizó a la Dirección Nacional de Contrataciones de pedir constantemente aclaratorias. “Es un ping-pong de ida y venida”, dijo. Agregó que el edificio se hizo en un sitio que no era apto porque “sale agua”, por lo que se tuvo que plantear un sistema de drenaje, lo que implica una ampliación del costo de G. 2.800 millones.
El año pasado, el mismo arquitecto ya había hablado sobre el tema y dicho que en seis meses se terminaría, lo que nunca pasó. Ahora prometió que todo estará terminado en cuatro meses. “Vamos a terminar este año, nosotros terminamos todo, en 2016, en 4 meses”, dijo. Entretanto, los asegurados siguen soportando el pésimo servicio de la previsional.