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Poco después de salir los primeros rayos del sol, efectivos de la Policía Nacional apoyados por el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de Ciudad del Este se aprestaron para partir de Curuguaty rumbo a Morombí.
No llevaron sus armas de fuego, sino solo cahiporras, escudos y balines de goma, para un eventual enfrentamiento entre los ocupantes y la Policía.
En primera línea estaba el subcomisario Erven Lovera y su grupo de la GEO, especializado en desalojos. Cuando llegaron a un sector boscoso para ver cómo iban a trabajar, el fuerte sonido de los disparos los sorprendió.
Lovera y sus colaboradores ya recibieron los balazos en la cabeza, sin que puedan reaccionar. Es que desde el espeso bosque personas con preparación de paramilitares y con características de francotiradores los volvieron presas fáciles.
Ni los chalecos antibalas que llevaban los intervinientes los salvaron de la balacera, lo que significa que las armas son de uso militar, informaron fuentes policiales.
En solo minutos, decenas de heridos de la Policía cayeron por los balazos. En la primera línea, los efectivos de la GEO se llevaron la peor parte, de los cuales seis perdieron la vida.
Supuestamente, se trató de una emboscada la cual los policías no se imaginaban y por eso no llevaron las armas de fuego en el procedimiento.
Tras el ataque, los agresores se replegaron al monte y allí hubo confusión generalizada entre los uniformados.
Los heridos fueron evacuados en helicópteros de la Policía que también fueron baleados por los atacantes. Las naves no cayeron pese a la lluvia de proyectiles.
La permisividad del Ministerio del Interior y del Poder Judicial, quienes prefirieron garantizar la integridad de los campesinos dejando de lado a los uniformados, posibilitó la masacre.
El fantasma del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) nuevamente se hace presente, porque Morombí es una zona en donde anteriormente tenían campos de entrenamiento, confirmó este viernes un informante de confianza a la Policía Nacional.
Esto se suma a la previsión paramilitar que posibilitó que seis policías fallecieran en el lugar del hecho. Los campesinos también fueron muertos, aunque todavía no se sabe la cantidad exacta.