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En entrevista con Radio Canal 100, el jefe policial contó que los tres imputados -los suboficiales Santiago Ferreira Coronel, Lucio Recalde y Celso Fleitas- son quienes manejarían información clave, ya que se encargaban del cuidado del cargamento dentro de la jefatura de Amambay el día del robo. Como se encuentran amenazados y no quieren hablar, en el transcurso del día serán trasladados a la Agrupación Especializada, el sitio de reclusión de mayor seguridad.
“Los tres imputados están en su derecho de guardar silencio, la ley les ampara”, comentó el jefe policial. Este silencio sería producto de las amenazas que reciben, ya que el tema “está muy candente”, dijo. “En la frontera el que habla de más paga con su vida”, reconoció Báez.
Admitió además que la institución quedó “muy mal parada” tras este hecho, pues evidenció que es urgente “hacer un cambio profundo”. De hecho, reconoció que “hay una cantidad de gente que no debería estar”. Aseguró que “no se le perdonará a nadie”, ya sean policías, jefes u otro miembro de la Policía Nacional.
Con respecto a la ubicación de la cocaína robada, el jefe de Antinarcóticos dijo que es posible que la droga siga estando en Paraguay. Tampoco descartó la hipótesis de que el cargamento se haya pasado del depósito de la Policía Nacional a la Gobernación de Amambay. “Esa es la hipótesis que manejamos, que la droga se pasó a la Gobernación”, dijo. Tampoco se sabe si el grupo original recuperó su “producto” o bien, es un robo de parte de otra banda.
La carga de 252 kilos de cocaína que fue incautada el pasado sábado 11 de enero en la zona de Zanja Pyta, municipio de Amambay, fue robada del depósito de armería de la Jefatura de Policía. Dos concejales, César Augusto Quevedo Isnardi (PLRA) y José María Luis Bogado Martínez (ANR), están relacionados a la carga de droga, según había dado a conocer la propia Policía.