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“Se les prohibió entrar con armas reglamentarias”, lamentó el uniformado, quien prefirió al anonimato, al desmentir al ministro del Interior, quien aseguró que todos estaban equipados.
En conversación con la 780 AM, rechazó además que la dotación que ingresó al lugar haya estado compuesto por 300 agentes.
“Yo estuve hablando con los compañeros y dijeron que eran solo 100. Ahora sí, si venís a contar, hay 300, ya luego de que llegaran los refuerzos”, señaló.
Cuestionó que el apoyo policial haya llegado ya horas después de que casi una veintena de efectivos haya muerto en manos de los invasores que actuaron con rifles.
“Exigimos que la plana mayor de la comandancia se vaya”, reclamó el policía, quien cuestionó el liderazgo del comandante de la Policía y otros jefes policiales.
Comentó que mientras se confirmaban nuevas muertes, el comandante Paulino Rojas “comía bocaditos en la Comandancia”.
Aseguró además que el máximo jefe policial no tiene idea de lo que significa el trabajo de campo en la institución.
“Cómo este señor va a llevar una institución policial, siendo que 12 años de servicio los pasó en una oficina”, reafirmó.
Lamentó que los jefes policiales ni siquiera hayan dispuesto un medio de transporte para el padre de Osvaldo Sánchez, uno de los uniformados caídos, para que vaya a buscar los restos de su hijo.