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Una de las manifestaciones más icónicas de este siglo sin dudas es la toma, saqueo e incendio del Congreso Nacional, durante las protestas contra la enmienda constitucional promovida por senadores cartistas; sin embargo, a muchos extrañó la facilidad con la que se irrumpió en la sede legislativa.
Tan solo horas después de la manifestación y violenta represión, empezaban a viralizarse los relatos de personas que notaron la prácticamente nula presencia policial en los alrededores. De hecho, en las imágenes de los medios de prensa ya se notaba la falta de personal de la Policía.
Florentín, imputado por la muerte del dirigente juvenil del PLRA, Rodrigo Quintana, formó parte de uno de los pelotones destinado a la protección del edificio en cuestión, y confirmó que efectivamente abandonaron la zona.
A través de una carta redactada por él mismo, contó los pormenores de su actuación en aquella oportunidad. De acuerdo a su versión, a las 16:15 recibió la orden de ir a cubrir el Congreso, que a esa hora ya estaba rodeada por la ciudadanía montada en cólera por las primeras represiones.
“16:15. Recibo instrucciones del oficial primero Romero de ir a cubrir el Congreso con el pelotón que estaba a cargo del oficial primero Ortiz, acompañado con el suboficial ayudante Ojeda. El mismo fue conmigo de apoyo. Ahí, en el lugar, quedamos a cargo del oficial primero Ortiz.
18:00. Recibimos órdenes de retirarnos de enfrente al Congreso y dirigirnos a la parte trasera del Congreso sobre las calles Paraguayo Independiente y 15 de Agosto.
19:00. Recibimos directivas de los superiores de ir a cubrir el Palacio de López”, relata Florentín en su cronología, dada a conocer ayer.
Recién a las 20:00, cuando ya había sido saqueado y ardía la planta baja, se ordena avanzar y hacer uso de fuerza no letal para dispersar a los manifestantes.
Este dato arroja muchas más dudas sobre si estaba planeado o no una acción como esa, ya que los manifestantes avanzaron sin mayor resistencia hacia el Congreso, protegido por solo un pequeño puñado de uniformados que se parapetó dentro.