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Una de las varias hipótesis que maneja la Fuerza de Tarea Conjunta respecto al asesinato de los dos policías ocurrido el domingo en horas de la tarde en Pacola, Capitán Bado, es que podría ser una “prueba de valor”, un acto denominado así por los delincuentes en el que nuevos miembros tienen que realizar alguna acción para sellar su compromiso como parte del grupo criminal.
Sobre la misma teoría indicó que los explosivos encontrados fueron preparados de forma muy precaria. “Ellos no suelen preparar con esa precariedad, con esos explosivos denotan que pueden ser nuevos”, dijo en contacto con radio Canal 100. Mencionó que incluso uno de los personales de la FTC pisó el cordón de detonación, lo soltó y la bomba no se activó, es decir que podrían ser miembros nuevos.
Por otra parte mencionó que existen hechos que facilitan que el personal sea atacado y embocado, como el mal estado de los caminos, que no permite siquiera una capacidad de reacción para tratar de atropellar y huir, también que el personal solo contaba con armas individuales en horario nocturno y que nuevamente los atacantes cuentan con el factor sorpresa a su favor.
Aclaró que no encontraron indicios de que la patrullera haya pisado una mina que hizo parar el vehículo, sino que es probable que la camioneta se detuvo por los 25 impactos que recibió, de armas calibre 9 milímetros, 5.56 y 7.62.
Los policías no murieron con dichos impactos. Por las evidencias encontradas se puede notar que el suboficial primero Egidio Ramón Chávez tenía de 32 años, fue guiado hasta la parte delantera de la patrullera, donde lo hicieron arrodillar o acostar y allí le dieron un tiro en la cabeza por la parte de atrás que tuvo salida en frente. En el caso del suboficial principal de Orden y Seguridad Adalberto Candia de 47 años -muy cerca de jubilarse- aparentemente hubo un intento por correr, y terminó recibiendo dos tiros en el robillo, uno en el muslo y otro en la nuca, que fue el tiro que le causó la muerte.