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Los manifestantes exigen agua potable de manera urgente y la renuncia de la presidenta de la Junta de Saneamiento. Sufren las consecuencias de la falta del servicio desde hace 30 años, desde que fueron reubicados por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
El director de la Binacional, Nicanor Duarte Frutos, en reunión con el intendente de San Cosme y San Damián, Aníbal Maidana (Alianza) se comprometió a solucionar antes de fin de año el drama de unas 500 familias afectadas.
“La planta de tratamiento fue terminada; sin embargo se requiere la colocación de las cañerías para habilitar el sistema de distribución hacia las viviendas de los beneficiarios”, explicó el intendente.
“Pedimos que la presidenta de la Junta de Saneamiento, Carmen Peralta renuncie; está hace ocho años y es una de las responsables que no tengamos agua. Ahora, de manera unilateral, para la distribución pretende colocar caños de un diámetro menor al recomendado”, expresó Rocío Monzón, una de las afectadas.
Por otra parte, el intendente Maidana comentó que por desidia de la Junta de Saneamiento “se excavó y colocaron los caños hace varios años, pero no se taparon, quedaron expuestos al sol y ahora son inutilizables”, dijo.
En Atingüy es prácticamente imposible beber agua de pozo porque se ha constatado que posee elementos tóxicos para el consumo humano. Los pobladores diariamente acarrean el agua desde el río Paraná para su consumo.