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Fue mediante una solicitud acercada a la Junta Municipal por parte de los vecinos del mencionado barrio. Los ediles divulgaron la resolución número 208/15, por la cual la plaza ya lleva el nombre del reconocido hombre de prensa, asesinado con Antonia Almada. Sugestivamente, y era de esperarse, solamente los concejales Agustín Pío Ramírez (ANR), imputado por presunta deforestación, y Julio Colmán (ANR), investigado por presuntos hechos de corrupción, se opusieron a la aprobación, pero sus pretensiones no prosperaron.
Las críticas no se hicieron esperar, teniendo en cuenta que no había motivos para desaprobar, dijeron los familiares y amigos del periodista. Jorge Figueredo, amigo personal de Pablo, calificó al fallecido corresponsal como "un hombre justo, que ha dado la vida por una causa justa, por la verdad y por la justicia". Es bueno manifestar que solamente dos personas estuvieron en contra de que Pablo Medina sea reivindicado: los opositores son Julio Colmán y Pío Ramírez, quienes están protegiendo el narcotráfico. Es la pregunta: ¿ellos son cómplices de la actividad ilícita en Curuguaty?”, cuestionó.
Instó al Estado y a los tres poderes a que se creen herramientas jurídicas de combate al crimen organizado, “que no solo sean procesados y condenados los autores materiales e intelectuales de la muerte de Pablo Medina. Lo que exigimos al Estado es que investigue a los políticos involucrados en la mafia del narcotráfico; la mejor manera de homenajear a Pablo es seguir su camino, su huella”, refirió Figueredo.
Resaltó que este acto no es solamente de memoria, sino de denuncia: "Queremos denunciar a la mafia, al narcotráfico, que tiene una de sus cunas en Curuguaty, Capiibary, Villa Ygatimí, Ypehjü, Itanarä. Esto es una zona narco y tenemos que combatir eso”, señaló.