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Marc Didier relató todo lo ocurrido en agosto de 2016, cuando fue detenido supuestamente por estar involucrado en el cargamento de lingotes de oro. El avión que alquiló también había quedado retenido.
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Denunció, en contacto con ABC Cardinal, que la carga de lingotes de oro, ahora desaparecida, jamás subió a su avión y también recibió una abogada que, según afirma, iba de parte del exsenador Óscar González Daher.
"Podemos resolver su situación por una suma de tanto, por nuestros honorarios, y esta persona venía de parte del senador González Daher", indicó. Posteriormente, reconoció que esta abogada sería Miriam Areco.
"Yo recibí informaciones de la Embajada Americana; todo apuntaba a este señor para robar el avión, el señor Daher estaba usando a Aldo Cantero para hacer trabajos sucios", puntualizó.
“El caso empieza con el comisario Diosnel Alarcón, que hizo el primer movimiento de parar un avión con matrícula extranjera sin motivo cualquiera. El avión llegó al Paraguay sin una carga y tampoco se le subió ninguna carga. El 4 de agosto del 2016 estábamos por salir del país sin el pasajero que habíamos traído, ahí el Departamento de Delitos Económicos nos detiene para sacar nuestras documentaciones y huellas digitales, sin ninguna orden”, relata en un primer momento.
Luego, comenta que el fiscal Emilio Fúster le dijo por teléfono al comisario que está bien que detengan el avión por una carga que no tenía. "Es una violación a todos los derechos internacionales, después el caso se va al fiscal Aldo Cantero y él empieza su investigación; una semana después me arrestan en mi hotel por complicidad en contrabando y ahí empieza mi pesadilla de mi estadía en Paraguay de casi un año", asevera.
Sostuvo que al conversar con la gente que conoció en nuestro país le quedó claro que le querían sacar el avión. “Ahí vi la malicia de Aldo Cantero. En diciembre, mis abogados presentaron la evidencia de los responsables de este caso y ellos (Cantero) tuvieron la malicia de hacer otra demanda hacia mi persona por estafa, pero nunca encontraron a la víctima, no había hechos nuevos y lo hicieron en un nuevo juzgado. Después, cuando sabían que yo podía ser sobreseído, Aldo Cantero se inventa otra imputación donde pide otra vez otra prisión preventiva”, acotó.
Los abogados de Marc Didier pudieron recusar al fiscal Aldo Cantero y quedó a cargo de la investigación la fiscala Carmen Gubetich. Recién cuando ella asumió el caso efectuaron su sobreseimiento y se le devolvió el avión.
“La evidencia misma desapareció, esto va ahorita con el fiscal general. Todos los detenidos en el caso pidieron pericia del lingote porque sabíamos que los análisis del INTN y de la Universidad Nacional habían sido fabricados, no eran reales. Todos los que tienen conocimiento de metalúrgica pueden saber que esos lingotes no son de oro, pero ellos estaban tratando de decir que eran de oro y por su falta de conocimiento el señor fiscal general (Javier Díaz Verón) y Aldo Cantero pensaron que se iban a hacer ricos con esto. Entonces manipularon esa evidencia y ahorita es aparente que se lo llevaron a su casa, entonces calladitos pueden tener algo que ellos creen tiene algo de valor”, manifestó.
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Asimismo, Marc Didier mencionó que, una vez sobreseído, al ir a buscar el avión en el aeropuerto le quisieron cobrar el parqueo de su avión, en el cual se sumaban las horas, días y una tasa por el peso de la nave, lo cual eran más de US$ 76.000 para salir, pero gracias al director de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Luis Aguirre, y su abogado, le cobraron por mes.
“¿Cómo yo voy a pagar un parqueo por algo que no fue una causa mía? Yo no les pedí que mi avión se quedara allá. Yo pagué como US$ 6.700 al final, lo cual era una burla en mi cara. Ya había estado más de 10 meses en el país, mi avión había sostenido un cargo por haber estado detenido mucho tiempo y yo no puedo salir del país sin pagar por algo que el Ministerio Público tenía que haber pagado”, reclamó.
Lamentó que un extranjero en Paraguay no tenga protección judicial, lo que hace difícil venir y negociar en el país. “La gente de Paraguay es buena, pero su sistema judicial es una burla. Ustedes tiene un deporte ahí: cualquier gente puede ser detenida por sospecha de cualquier cosa, sin presunción de inocencia, y alguien puede pasar seis meses sin hacer nada, pero siempre hay una solución que cuesta mínimo US$ 1.000. Si se paga, se soluciona. ¿Cuántas vidas son destruidas por eso? Eso tiene que cambiar”, reflexionó.
En otro momento, agradeció al comisario Aurelio Marín, quien era jefe del Departamento de Judiciales de la Policía Nacional en ese entonces. “Él intervino a mi favor. Si no fuera por él, quién sabe lo que habría pasado con mi persona”, expresó.
En contacto con ABC Cardinal Marín manifestó que lo que hizo fue dar cumplimiento al mandato judicial. “No hice ninguna intervención personal pero había hablado con el juez de la causa, el Dr. Humberto Otazú, y también le mandé un escrito con respecto a la reclusión de esta persona, en carácter administrativo como personal de la Justicia”, expresó.
El Comisario recordó también que Didier recibía constante visitas de sus abogados pero aseguró que nunca recibió la llamada de ningún político ni fue presionado sobre el caso. “Soy celoso del cumplimiento del mandato judicial”, aseguró.