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"Con tanta cantidad de agua, 220 milímetros (de lluvia) es imposible desagotar tan rápido, y ahora mucho más que vamos a tener que apagar algunas motobombas, imaginate lo que va a ser", dijo impotente el jefe comunal. Esto, sumado a que las lluvias, además de intensas, fueron violentas y generaron destrozos.
"Siempre soy un hombre de mucha fe, de mucha esperanza de que el agua se pueda ir, pero nosotros tenemos que sacar esta agua con bombas, no se van a ir solas, tenemos que conseguir bombas fly (...) que son sumergibles, si no, esas aguas se van a quedar aquí. Nuestras bombas que tenemos ya están agarrando el agua y tenemos que apagar, si no van a estallar", comentó el intendente.
Los barrios San Francisco, San Miguel, Obrero y San José son algunos de los que ya están bajo agua y actualmente están habilitando todas las instituciones posibles ubicadas en lugares altos de la ciudad como refugio para los pobladores desplazados.
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"Sigue la lluvia, sin parar. Lo único que acá la prioridad es sacarle a la gente a los lugares más alto, eso lo que estamos haciendo con otras instituciones", remarcó, destacando que hay muchos "ancianos, niños, embarazadas que les tenemos que llevar a otro lugar".
Stete ya se comunicó con el ministro de Emergencia Nacional, Joaquín Roa, indicándole la urgencia de conseguir los equipos especializados. "Ya tuvimos una vez tres bombas fly y necesitamos 6 a 8 bombas más", estimó.
"Ya avisamos a todos los vecinos y les dijimos que no tenemos nada que hacer. Ahora se habilitaron todos los colegios, las instituciones educativas, el Centro Regional, Santo Tomás, Juan XXIII, también la universidad, todas las instituciones están habilitadas", agregó.
A esto hay que sumar que a las 3:00 se registró un fuerte temporal que derribó árboles y algunas viviendas, además de cortar el suministro de energía eléctrica en varias zonas.