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Arlan Fick fue secuestrado por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en la noche del 2 de abril pasado, por un grupo de aproximadamente 18 hombres fuertemente armados, de los cuales dos fueron abatidos por un reducido grupo de militares, quienes también sufrieron una baja.
El secuestro se produjo en la casa de los Fick, en Paso Tuyá, zona que sufría una seguidilla de hechos violentos, en las semanas previas. De esta situación estaba al tanto el ministro del Interior, Francisco De Vargas, porque pobladores y entidades de la zona le presentaron una nota, en la tarde del 11 de marzo pasado.
El 11 de marzo pasado, varias entidades de Paso Tuyá alertaron al Ministerio del Interior sobre la inseguridad que había en la ciudad. Firmaron, entre otros, la Cooperativa Multiactiva Moseldorf Limitada, la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, Lácteos Norte S.R.L., la Escuela Básica 1070 y el Puesto de Salud.
En la nota se detallaron cronológicamente los hechos delictivos que se iniciaron justamente con el robo domiciliario a la casa de Alcido Fick, padre de Arlan, en la noche del 24 de diciembre pasado, mientras la familia estaba en la misa.
Una semana después, el 31 de diciembre último, delincuentes armados entraron a la casa de Teresia Leinsmann, quien estaba en su domicilio.
El 11 de enero, malvivientes intentaron invadir la casa de un trabajador de estancia de la Importadora Alemana, en Kurusu de Hierro.
También hubo una seguidilla de robos y faenamientos de cabezas de ganado vacuno, perteneciente a las estancias Agrícola, Bademia, Tirol y otras.
Aproximadamente a las 21:30 del 14 de enero pasado, maleantes armados con una escopeta entraron a la residencia de Silvana Rauber, en el centro de Paso Tuyá. Los delincuentes robaron mercaderías.
Desconocidos se llevaron objetos de valor que estaban en el interior de la camioneta de Canicio Hentz y luego quemaron el vehículo.
Asaltantes entraron al local Bolon, que es un sitio de reunión y esparcimiento de los colonos de Paso Tuyá. Durante una hora despojaron de todos los objetos de valor a los presentes y luego escaparon a bordo de una camioneta perteneciente a una de las víctimas.
El último caso, antes del secuestro, ocurrió en la estancia de un colono de apellido Rottele, en donde forajidos intentaron llegar hasta la casa del capataz, quien pidió ayuda a policías apostados a dos kilómetros del lugar. Los uniformados llegaron dos horas después y desde ese día el dueño del establecimiento es objeto de amenazas.
En la nota enviada al ministro De Vargas, se dejó constancia que los policías locales justificaron que por la noche ya no pueden hacer recorridos por Paso Tuyá, para evitar ser víctimas de posibles ataques del EPP.
Los pobladores tampoco denunciaron los asaltos y atropellos que sufrieron, porque tienen miedo de los delincuentes.
Finalmente, los firmantes pidieron al Ministerio del Interior que los policías realicen un intenso control en la entrada de la ciudad, pero por las noches.
El grupo criminal que más causa temor en la zona es el EPP, que cometió secuestros, homicidios, robos y ataques en el departamento de Concepción.