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"Es muy grave lo que está ocurriendo en el Paraguay. Yo siento mucho que el presidente de la República (Mario Abdo Benítez) diga: 'Yo no me puedo inmiscuir en los demás poderes del Estado'; sin embargo, la fiscala general, Sandra Quiñónez, está ocupando un superpoder", dijo desde prisión el diputado Quintana, quien culpa de su situación a Quiñónez, "apadrinada" por el clan Zacarías Irún y la fiscala del caso, Lorena Ledesma.
Quintana, desde la prisión, justificó su crítica hacia la independencia de los poderes del Estado. "Ella (Quiñónez) tiene injerencia en el Poder Ejecutivo porque dice que le va a imputar al Presidente, al Vicepresidente, si hacen cosas que no le gusta. Se va en el Poder Legislativo (...) diputados y senadores van a ser investigados también si hacen o dicen cosas que no están acorde con su voluntad y el Poder Judicial también está sometido a lo que diga el Ministerio Público. Los jueces penales de garantías son simples pasapapeles", remarcó Quintana en entrevista con Radio Ñandutí.
Pidió a Abdo Benítez -quien, según dijo, lo abandonó- que retome las riendas y quite los "superpoderes" a la Fiscalía y al clan Zacarías. "Yo le digo al presidente Mario Abdo Benítez que él es el conductor, el estadista y que esto está saliendo de control, que el Ministerio Público está realizando persecuciones políticas a gente que no responda a sus líneas o movimientos a los cuales pertenecen. Sabemos que Sandra Quiñónez es apadrinada de Zacarías y gente del movimiento Honor Colorado, entonces esta injusticia le atribuyo directamente a Sandra Quiñónez y a Lorena Ledesma", insistió.
El diputado de Ciudad del Este está preso en el penal de Viñas Cué desde hace más de 8 meses, vinculado a la estructura criminal presumiblemente liderada por Reinaldo Javier "Cucho" Cabaña e imputado por narcotráfico en carácter de cómplice, lavado de dinero, asociación criminal, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias.
Quintana además dijo que, a excepción de algunos legisladores, el resto de sus aliados lo dejó solo. "Total abandono de parte de la mayoría de los colegas. Sí tuve el respaldo de algunos amigos, de Colin Soroka, de Jazmín Narváez, del senador (Silvio) Beto Ovelar que vinieron en ocasiones a darme fuerzas un apoyo moral, pero continúo en prisión", dijo y agregó al ser consultado si el Presidente se comunicó con él: "No, realmente no pasó eso".
Como parte de su argumento de que la Fiscalía imparte "justicia selectiva", citó justamente el caso del clan Zacarías, que, según dijo, es el que tiene que estar preso.
"Es un adefesio jurídico que Javier Zacarías y Sandra (McLeod) Zacarías estén en libertad. Atención a lo que ocurre conmigo: hay una persecución penal selectiva. Javier en un programa con Santiago González falsea los datos de un avión solamente, que dice ha comprado por G. 200 millones. El avión costó G. 2.120 millones, falsea y no pude demostrar de dónde quitó el dinero. Tiene más o menos en bienes US$ 6 millones y Sandra tiene más otros US$ 6 millones", recriminó.
Recordó además una denuncia que él mismo realizó hace tiempo contra McLeod, cuando esta era aún intendenta. "Son imputados por falsear datos; sin embargo, hay elementos suficientes para ser imputados por enriquecimiento ilícito: G. 128.000 millones en malversación de fondos, G. 12.800 millones que yo he denunciado a la Fiscalía por estacionamiento controlado que jamás Sandra Zacarías ha rendido a la Municipalidad de Ciudad del Este", recordó.
"Elementos para enriquecimiento ilícito hay de sobra para imputarles a Javier Zacarías y Sandra Zacarías y que se ordene su prisión, así como la mía. Yo estoy imputado por enriquecimiento ilícito y parece un chiste; tengo G. 5 millones embargados en mi cuenta bancaria", insistió.
Adelantó que volverá a pedir una revisión de medidas, ya que se considera "casi un rehén" de la justicia.