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No estaba en el mapa, pero Horacio Cartes le dio su estructura e influencia. “Mangui” Alliana fue elegido como gobernador de Ñeembucú a los 33 años, en las elecciones de 2008. Luego fue candidato a diputado por su departamento en las elecciones de 2013 y consiguió un escaño en la Cámara Baja. Es la carta “joven” del Presidente, con el evidente apoyo del oficialismo colorado.
Los resultados de boca de urna y el TREP le dan como ganador frente a “Marito” Abdo Benítez, que se queda con la presidencia del Senado. La oposición fue minimizada en estas elecciones por Horacio Cartes, una cuestión que deseaba desde que comenzó a tener oposición en la Cámara de Senadores. El rostro visible de la victoria de Cartes es Pedro Alliana.
Alliana es de una familia primeramente relacionada al Partido Encuentro Nacional. Recién se afilió al coloradismo en el año 2000. Es relativamente un “outsider” dentro de la ANR, como lo fue en su momento Horacio Cartes.
La vida política de Pedro Hércules estuvo marcada por la tragedia en el año 2003. El 9 de octubre de 2003 asesinaron a su hermano, Rodolfo, tras ser secuestrado por un grupo de delincuentes que pidieron un rescate por él.
Desde que tuvo la bendición de Cartes, Alliana fue más oficialista que el oficialismo. Siempre apoyó las posturas del mandatario en todo lo referente a lo impulsado desde el Gobierno. Apostó sin dudar a su eslogan, su “triunfo seguro”.
A Cartes y Alliana le quedan ahora negociar con el movimiento de Marito Abdo Benítez, quien obtuvo la nada despreciable cifra de casi 40% del electorado colorado. El diputado y ahora presidente de la ANR, deslizó la idea de impulsar desde su lugar la reforma constitucional para permitir la reelección presidencial.