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Filizzola, en entrevista con la 780 AM, recordó la época en la que tuvieron en la mira a los Acosta Marques, hasta el punto de hallar en la vivienda del padre de este clan restos humanos de presuntas víctimas de ejecuciones. “Pensé que había visto todo. Cuando me contaron que había restos óseos en el patio de su papá me quedé mudo”, dijo.
Fue en el 2010 cuando ordenaron el allanamiento en la vivienda del padre de quien en boca de la gente era uno de los narcos más influyentes de la zona, la sorpresa fue grande. El análisis laboratorial determinó que fueron restos humanos, por lo que se ordenó la prisión preventiva del hombre. A pesar de tener elementos sólidos que lo incriminaban, desde el juzgado de Salto del Guairá se ordenó su libertad, exactamente dos días antes de unas elecciones internas del Partido Colorado, recordó.
Acosta ganó esas internas, ya siendo intendente de Ypejhú, recordó Filizzola. Parecía ser que todos habían olvidado que solamente días antes, restos humanos fueron hallados en su vivienda, inclusive la justicia, ya que el expediente del caso no corrió nunca más, dijo el exministro del Interior. “Cuando me contaron que se encontraron restos óseos en la casa del padre, vi que había impunidad, porque ni siquiera se tomaron la molestia de encontrar un lugar más discreto (para enterrar los cuerpos)”, dijo.
“Él (Acosta) estaba con una prisión preventiva. Lo que no sabemos es qué pasó con el expediente, de todas maneras eso tenía que continuar. ¿Por qué un expediente con pruebas tan contundentes, no llegó a un juicio oral o a una condena?, cuestionó Filizzola. Que la justicia haya liberado al intendente sospechoso fue una “contracción” a todos los esfuerzos que se venían poniendo para lograr disminuir la inseguridad y el dominio de los narcos en la zona, lamentó.
Algo muy parecido ocurrió también esta vez, cuando el intendente fue sindicado como el autor moral del crimen del periodista Pablo Medina, quien fue acribillado en su camioneta cuando iba camino a una cobertura. El asesinato ocurrió el jueves de siesta, y horas después, con el relato del testigo, ya se tenía una idea de quiénes estarían detrás, dijo Filizzola.
No obstante, se esperó recién hasta el sábado de noche para librar orden de captura contra “Neneco” y su hermano, Wilson Acosta Marques, sospechoso de ser el autor material del hecho. “Está prófugo porque se le dio tiempo de estar prófugo”, arremetió el exministro.
Por otro lado, comentó que durante su experiencia como ministro del Interior, una de las cosas que más costaba era relacionarse con los gobernadores, ya que muchos de ellos, del Partido Colorado todos, querían ordenar qué policías iban a trabajar en sus departamentos.
“Algunos de ellos querían controlar a la Policía, querían decidir a quién enviar a qué lugar. Eso es propio del comando institucional. Me hacían el vacío cuando quería reunirme con ellos. No recuerdo que alguien me haya hablado. Hubo mucha resistencia por los operativos que veníamos haciendo”, comentó. Luego de su tiempo como ministro, la relación que tenía con ellos quedó muy deteriorada justamente por esta razón.
Ocurría esto en la zona de Canindeyú, Amambay, y otros departamentos del Norte. En el caso del primero, “la mafia se había apoderado” del lugar, dijo. Por esa razón, enviaron efectivos de la FOPE para encargarse de la seguridad de la zona en ese momento, y además se proveyó a las comisarías de patrulleras por primera vez.