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Está de más decir que las mujeres se encuentran expuestas a varias enfermedades al lavar las prendas de cirugía a mano, sin ningún tipo de protección. Según denunciaron ellas mismas y vecinos del lugar, están en esa situación desde hace dos meses, cuando se dispuso el traslado de una de las lavarropas industriales con los que contaban. De acuerdo a documentos administrativos, la máquina fue llevada al Hospital de Itauguá por orden del propio ministro de Salud, Antonio Barrios.
Las imágenes de cómo trabajan las lavanderas del Hospital Regional de Villarrica son elocuentes. Una de ellas contó que dejaron en el lugar una máquina lavadora que no funciona, por lo que se ven obligadas a lavar a mano, ya que “las ropas hacen falta en cirugía”. Las funcionarias denunciaron esto ante el entonces director del hospital, Vicente Giret Soto, el pasado 28 de mayo, nota mediante. El mismo fue destituido del cargo hace exactamente dos semanas y, según fuentes, por “cuestiones políticas”.
De acuerdo al acta de entrega del procedimiento administrativo que se cumplió para el traslado de la máquina, que data del 24 de abril, el lavarropas se entregó “en carácter de préstamo” para su uso en el Hospital Nacional de Itauguá. Sin embargo, esto se habría hecho en desconocimiento del exdirector Giret Soto, quien, a su vez, el 12 de mayo escribió una nota al respecto al director administrativo regional del Ministerio de Salud, Walter Barrios.
En la misiva se pidieron “datos de referencia de un lavarropas industrial perteneciente al Hospital Regional de Villarrica y que mediante comunicación verbal fue retirada del hospital con destino desconocido para mí”. La nota se respondió al día siguiente, justificando el traslado de la máquina “a pedido del señor ministro al Dr. Walter Barrios”.
Los funcionarios también levantaron una queja formal pero al exdirector, el 28 de mayo. En la nota reclaman una explicación de lo ocurrido, ya que las personas que trasladaron la máquina no lo hicieron en su momento. Además, recordaron que el lavarropas funciona gracias a una colecta de G. 10 millones que se hizo en la comunidad. “Es injusto que (ocurra esto) después de varios años de gerenciamiento, de haber tocado varias puertas”, lamentan las lavanderas en la carta.
En entrevista con ABC Color, el director administrativo regional, Walter Barrios, dijo que “no es cierto” que las funcionarias estén lavando a mano y sin guantes. “El otro lavarropas funciona”, se defendió el funcionario. Confirmó que el pedido fue hecho por el propio ministro para el Hospital Nacional de Itauguá, que es “un hospital de referencia donde se necesitaba”. Según él, quedan en Villarrica un lavarropas y dos secarropas que sí funcionan. Sin embargo, prometió que verificará la situación en el hospital. “Esto tiene mala intención”, agregó. Reconoció también que le llegó la carta del exdirector del Hospital Regional de Villarrica, en la que pregunta qué pasó con la máquina. “Está todo en el acta”, manifestó.
Esta denuncia se suma a varias otras que evidencian las precariedades actuales que se vive en el sistema público de salud, como la falta de medicamentos, insumos, reactivos y pésimas condiciones de infraestructura. De hecho, el gremio médico alista otra huelga en reclamo de estos y otros puntos. Los mismos pacientes también hacen públicas sus denuncias diariamente.