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La Cámara Alta, a través del grupo asesor, convocó a las autoridades de la Cancillería para informar sobre los datos que se tienen a nivel oficial respecto al proyecto de instalación de una central nuclear en Formosa.
“Intercambiamos pareceres sobre los rumores acerca de la instalación de una pequeña central nuclear en la frontera, y hemos informado de que no hay una manifestación oficial del Gobierno argentino”, explicó Rivas a su salida, de acuerdo a un informe de la Cancillería.
El secretario ejecutivo sustituto recalcó que todas las informaciones a la que se accedió provinieron de publicaciones sobre denuncias de una ONG y de anuncios de referentes del Gobierno formoseño.
“No hay una comunicación del Gobierno central argentino”, insistió.
Rivas aclaró que para llevar adelante el proyecto en una zona fronteriza, necesariamente se debe realizar una comunicación al país que podría verse afectado, en este caso, Paraguay.
“Si lo hacen en la frontera con cualquier país, lo deben comunicar también al vecino país”, sostuvo.
Señaló además que la Argentina necesitará informar sobre el proyecto a la Organización Internacional de Energía Atómica.
El proyecto argentino en cuestión es manejado desde el 2010, año en que ya se adelantó la preocupación paraguaya por la cercanía a la frontera.
El Dr. Rubén Sosky, experto en aplicación de la energía atómica en medicina, lamentó que el Gobierno no haya articulado siquiera pedidos de informe oficiales.
Reconoció que las instalaciones de esta naturaleza constituyen construcciones seguras, sin embargo recalcó que “cualquier problema puede generar una nube radiactiva que sí o sí tendrá consecuencias de radiación”.