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El nuncio apostólico Eliseo Ariotti convocó a una conferencia de prensa en el local de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) para anunciar la reciente decisión emanada de la Santa Sede. De esta manera, se comunicó que el papa Francisco aceptó la dimisión de monseñor Ignacio Gogorza Izaguirre de la diócesis de Encarnación, quien decidió retirarse debido a que hace tres años cumplió los 75 años, edad límite para presentar la renuncia al cargo de obispo, según el canon 401 parágrafo 1 del Derecho Canónico.
Como nuevo obispo de la capital de Itapúa fue designado Francisco Pistilli Scorzara, sacerdote del Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt. El religioso de 49 años nació en Asunción y tiene 17 años en el sacedocio. Por otra parte, se nombró como obispo de la diócesis de Ciudad del Este al padre Wilhelm (Guillermo) Steckling, quien es “misionero oblato de María Inmaculada”. El nuevo líder de la Iglesia en la capital del Alto Paraná nació en Westfalia, Alemania, pero ya se encontraba viviendo desde hace varios años en Paraguay. Tiene 67 años de edad y recientemente cumplió 40 en el sacerdocio.
El cambio en Ciudad del Este se produce luego de la destitución del polémico obispo Rogelio Livieres Plano, quien ya había sido apartado en medio de una intervención ordenada por el Papa. Los enviados de la Santa Sede -el cardenal español Santos Abril y Castelló y el obispo uruguayo Milton Tróccoli- informaron sobre manejos desprolijos por parte de Livieres.
Uno de los puntos criticados al ya removido líder religioso era la ordenación sacerdotal en tiempo récord, ya que la consagración se realizaba con apenas cuatro años de estudio, cuando el Seminario Mayor exige un mínimo de seis. Igualmente, se mencionó la férrea defensa de Livieres hacia el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, denunciado por diversos casos de abusos contra menores de edad. Igualmente, se denunció el uso discrecional de dinero transferido por la Itaipú Binacional para obras sociales.
Livieres Plano se había constituido últimamente en un obispo conflictivo. Los roces se habían acrecentado tanto con los laicos organizados de Alto Paraná como con monseñor Pastor Cuquejo, a quien llegó a tildar de homosexual y se negó a pedir disculpas.