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“Estoy muy alegre por visitarlos a ustedes esta mañana, no podía estar en Paraguay sin estar con ustedes, sin estar en esta su tierra”, dijo el Sumo Pontífice dando respuesta al reclamo presentado por los pobladores, que denunciaron que intereses de personas que ya tienen mucho ahora se centran en las tierras de los Bañados.
Conocido por abogar por los más pobres y desfavorecidos y pedir equidad en las naciones, el Vicario de Cristo visitó este domingo el Bañado Norte, uno de los lugares más pobres y desatendidos de Asunción. Allí, dio un mensaje de aliento a los pobladores, que previamente le presentaron algunos de sus principales problemas.
Comparó a los pobladores del Bañado con la Sagrada Familia, que tuvo que pasar por muchos obstáculos. “Escuchar sus historias y todo lo que han pasado para estar aquí, todo lo que pelean para una vida digna, un techo, todo lo que hacen para superar las inclemencias del tiempo”, insitió, le recordó todo lo que tuvieron que sufrir José y María, y su hijo Jesús. Sin embargo, les dijo a los pobladores, que en esos momentos difíciles aparecieron prójimos, otros que como esa familia tuvo que huir de su tierra, dejando a los suyos, y se convirtieron en familia.
Siguió entonces, con una crítica muy dura, a aquellos cristianos cuya fe es una solamente de misas de domingo. “'No yo soy muy católico, yo soy muy católica, voy a misa todos los domingos (....) pero dígame señor, señora: ¿Qué pasa a en los Bañados? - Ah, no sé, no sé, sé que hay gente. Por más misas de los domingos, si no tenés un corazón solidario, si no sabés lo que pasa en tu pueblo, tu fe es muy débil, o es enferma, o está muerta”, sentenció el Sumo Pontífice.
El Santo Padro prosiguió: "La fe sin solidaridad es una fe muerta, no es la fe de Cristo". Invitó a los católicos a hacerse prójimos. Dijo que los bañandenses están llenos de esa fe solidaria y les pidió que sigan llevando el mensaje de Jesús, que fue el primer ser solidario que se sacrificó por todos sus hermanos.
“La fe nos hace prójimos a la vida de los demás, nos aproxima a la vida de los demás, la fe despierta nuestro compromiso con los demás, la fe despierta nuestra solidaridad, una actitud humana y cristiana que ustedes (los bañadenses) tienen y que muchos tienen y tenemos que aprender”, señaló.
Finalmente bendijo a la comunidad y les siguió instando a propagar el mensaje de Cristo. “Como les decía, el primer ser solidario fue Jesús, quien eligió vivir en medio nuestro, y yo vengo aquí como esos pastores que fueron a Belén y quiero hacer prójimo, quiero bendecir la fe de ustedes, quiero bendecir sus manos, quiero bendecir sus comunidades, vine a dar gracias con ustedes porque la fe se ha hecho esperanza y es una esperanza que estimula al amor”, dijo.