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Los manifestantes, muchos de ellos en silla de ruedas, corean "queremos remedios", "reclamando remedio murió una persona y ahora vamos a morir todos". Dicen que no tienen ni paracetamol y están cansados de las promesas.
Un funcionario de la institución les manifestó que Senadis no es hospital y que tiene que ir con su receta a los hospitales públicos para acceder a su medicación.
Los pacientes reclaman la renuncia o destitución del ministro de la Senadis, César Martínez, porque sostienen que su gestión es pésima. La farmacia interna prácticamente no tiene nada.
El pasado 27 de marzo Guido Aponte falleció frente al local reclamando mejoras para las personas con discapacidad.