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La defensa del suboficial mayor Roberto Osorio había solicitado el cambio de lugar de reclusión de su defendido alegando que recibía amenazas con el fin de que no diera los nombres de los involucrados en el millonario desvío en la Policía Nacional, sin embargo el juez Gustavo Amarilla resolvió ratificar su prisión en el penal de Tacumbú.
A raíz de ello el abogado Óscar Rotela apeló la decisión y ahora el Tribunal de Apelaciones decidirá si el mismo es remitido o no a la Agrupación Especializada, según la solicitud. En su declaración ingadatoria ante el fiscal Aldo Cantero, el suboficial dio muchos nombres de jefes policiales que estaban en la cúpula de la Comandancia y que eran los que sabían del desvío de dinero que era para la compra de combustible. Dijo que su jefe, el comisario Juan Mendoza, realizó el esquema y nunca fue sancionado porque era amigo del excomandante Francisco Alvarenga.
También indicó que tanto Alvarenga como Mendoza intentaron tapar la irregularidad, y dijo que la reunión en cuestión se llevó a cabo en el hotel céntrico “Presidente”. En ese lugar, los superiores supuestamente indicaron a Osorio que se debía hacer responsable del hecho con la promesa de que se “arreglaría en la justicia policial”.
Sin embargo, una vez que el hecho salió a la luz, los mismos dejaron “solo” al suboficial. El uniformado también indicó que Mendoza intentó “arreglar la desprolijidad administrativa” en Petropar, antes de que el hecho cobrase estado público.
Está mañana también declaró su esposa, Ada Liz Da Rosa, también imputada en la causa, quien dijo ser inocente y que ni siquiera conoce a los demás imputados por el millonario desvío de combustibles en la Policía.